TRATADO SOBRE FUEGO CÓSMICO ALICE ANN BAILEY -MAESTRO TIBETANO (Djwhal Khul)
páginas 477-484, editorial Kier.
4. La Ley de Control Magnético. Es la ley fundamental que controla a la Tríada espiritual. Por su intermedio, la fuerza de la evolución impele al Ego a progresar en su ciclo de reencarnación hasta unirse nuevamente con los de su especie. Por medio de la separación se encuentra a sí mismo y luego -impulsado por el principio búdico o crístico inmanente- se trasciende a sí mismo y vuelve a encontrarse en todos los yoes.
Esta ley mantiene al yo inferior evolucionante en una forma coherente. Controla al Ego en el cuerpo causal de la misma manera que el Logos controla a la Monada en el segundo plano.
Esta es la ley del plano búdico; Maestro es Aquel que puede actuar en los niveles búdicos y ejerce control magnético en los tres mundos.
Lo de abajo siempre está controlado por lo de arriba, destacándose el efecto que los niveles búdicos producen sobre los tres inferiores aunque todavía esto no lo aceptan nuestros pensadores.
La Ley de Amor, en los tres mundos, mantiene todo unido y atrae todo hacia arriba. Esto se de-muestra en la Tríada como Ley de Atracción.
En el sendero de involución esta ley actúa con los átomos permanentes en el cuerpo causal.
Constituye el principio búdico, y su relación con el átomo permanente inferior de la Tríada es el resorte principal de la vida del Ego.
En el sendero de descenso, tiene mucho que ver con la ubicación de los átomos permanentes, pero esta cuestión es muy abstrusa y no ha llegado todavía el momento de una mayor elucidación.
En la tercera emanación (en que se formó el cuarto reino, el humano) esta Ley de Control Magnético efectuó la conjunción del hombre astro-animal y la Mónada descendente, empleando la chispa de la mente como método de unificación.
Nuevamente podemos observar cómo actúa.
Los planos monádicos, búdico y astral, están estrechamente aliados y en ellos encontramos la línea de menor resistencia; a eso se debe la facilidad con que el místico hace contacto con el plano búdico y aún con planos más elevados. Las líneas de menor resistencia de los tres sistemas son: Primer
sistema. Físico, mental y átmico.
Por lo tanto, observen la analogía existente entre el cuarto reino y la actuación de esta cuarta ley. Es de importancia vital en esta cuarta cadena.
En lo que se refiere a la evolución humana, esta cuarta ley es de primordial importancia en la actualidad. El objetivo del esfuerzo humano es dual, consistiendo en ser controlado por esta ley y también en manejarla para prestar servicio. Debido a esta ley la expresión sexual, tal como la conocemos, es transmutada y elevada; el sexo solamente es una demostración, en el plano físico, de la Ley de Atracción, y también la actuación de dicha ley en el reino humano y en todos los reinos inferiores.
El amor hacia todo lo que respira y la atracción demostrada como servicio es semejante a lo expresado en la Tríada. La expresión del sexo, dos que se unen, se transmuta cuando los muchos se unen para prestar servicio, engendrando nuevos ideales y una nueva raza, la espiritual.
Aquí podría indicar un hecho numérico que sería de interés en lo que respecta a la cuarta jerarquía que, como se sabe, es la humana; sin embargo, si contamos las cinco jerarquías que han desaparecido, constituye en realidad la novena. Nueve es el número de la iniciación, el del adepto y el del hombre que funciona en su vehículo búdico.
El cuarto Rayo opera también en estrecha relación con la cuarta Ley, siendo el Rayo de Armonía o Belleza -Armonía por medio del control, ese control que involucra el conocimiento de la sabiduría.
Es la armonía de lo similar; el equilibrador de todo por medio de la comprensión de las leyes del magnetismo que produce la coordinación de lo muy diverso en el uno homogéneo;
el magnetismo gobierna la síntesis de los muchos aspectos en la unidad.
Esta armonía se logra por intermedio del quinto plano, y el quinto Rayo de Conocimiento Concreto actúa como peldaño hacia el cuarto, pues muchos que trabajan en el quinto Rayo pasan eventualmente al cuarto.
En este sistema el quinto Rayo es de suma importancia en el desarrollo de todos los egos.
Todos debemos pasar algún tiempo en él antes de permanecer definitivamente en su Rayo monádico correspondiente.
En la mayoría de las encarnaciones pasamos mucho tiempo en el quinto subplano de cada plano, regidos principalmente por el quinto Rayo.
Luego todos pasan al cuarto subplano y allí son gobernados por el cuarto Rayo, y en este período particular de la cuarta ronda en la cuarta cadena los egos en evolución pasan más tiempo en el cuarto subplano que en cualquier otro.
Muchos encarnan directamente en este plano, y es allí donde comienzan a pensar en forma armoniosa.
Las leyes en los tres mundos.
Ahora consideraremos y estudiaremos brevemente las tres leyes más importantes que afectan al ser humano evolucionante, cuando vive su vida en los tres mundos.
Estas leyes son: 1.
La ley de Fijación.
Dichas leyes son dominadas y controladas oportunamente por las tres leyes superiores del sistema -Leyes de Control Magnético, de Desintegración y de Cohesión.
Hay una relación directa entre estas siete leyes y los siete Rayos o Vibraciones, y si estudiamos su analogía conoceremos el hecho de que la primera ley, la de Vibración, controla las seis que se expresan por medio de la segunda ley, la de Cohesión, así como el Logos solar se manifiesta actualmente por intermedio de Su segundo aspecto en este segundo sistema solar.
El primer Rayo de Voluntad o Poder es el primer aspecto omniabarcante del Todo, y en la tercera emanación, descendió al quinto plano junto con las otras Mónadas. Una sutil analogía existe entre las mónadas de Voluntad en el quinto plano, la quinta ley y el quinto Rayo.
El segundo Rayo o aspecto Amor-Sabiduría, controla los planos cuarto y sexto y domina a las Leyes de Cohesión y de control Magnético y también a la Ley astral de Amor.
Existe un entrelazamiento directo entre los Rayos abstractos y las leyes de los planos donde ellos especialmente controlan.
El tercer Rayo, el aspecto Actividad, controla las leyes de Desintegración y Muerte en los planos tercero y séptimo.
Por lo tanto será evidente para el concienzudo estudiante de la sabiduría que: 1. El Aspecto Poder, ler. Rayo, 1ro. y 5to. planos y las Leyes de Fijación y Vibración forman un todo entrelazado. 2. El Aspecto Amor, 2do. Rayo, 2do., 4to. y 6to. planos y las Leyes de Cohesión, de control Magnético y de Amor forman otra unidad. 3. El Aspecto Actividad, 3er. Rayo, 3ro. y 7mo. planos y las Leyes de Desintegración, Sacrificio y Muerte forman otro grupo más. Lógicamente, el primer Rayo controla por ahora los dos planos, pues el Aspecto Poder espera la llegada de otro sistema a fin de demostrar su pleno desarrollo.
El segundo Rayo, Rayo sintético de nuestro sistema, controla los tres planos; tiene preponderancia, porque constituimos principalmente Mónadas de Amor, y Amor es nuestra síntesis.
El tercer Rayo, que predominó en el sistema pasado, Rayo sintético de dicho sistema, controla dos planos, uno de ellos es poco comprendido, pues así como el cuerpo físico no es considerado un principio, hay una esfera de actividad que no está incluida en nuestra enumeración, pues ya ha pasado y desaparecido. Las palabras esotéricas “La Octava Esfera” contienen alguna explicación al respecto.
Los cuatro Rayos menores de Armonía, Ciencia Concreta, Devoción y Orden Ceremonial, controlan en forma graduada todos los planos, pero en la actualidad ponen particular énfasis sobre la evolución del ego reencarnante en los tres mundos.
Estos cuatro Rayos controlan, de modo sutil y peculiar, los cuatro reinos de la naturaleza -mineral, vegetal, animal y humano-, y al fusionarse en los tres Rayos de Aspecto (por ser el Rayo de Actividad del Mahachohan, el sintetizador de los cuatro inferiores en nuestro esquema planetario) tenemos la analogía de la fusión del hombre (el producto de los tres reinos inferiores y el humano) en el reino espiritual, el reino del superhombre.
El cuarto Rayo y el cuarto Reino constituyen un punto de armonía para los tres inferiores; luego los cuatro pasan a los tres mayores o Superiores.
Esto es digno de un serio estudio y evidencia también la analogía que existe en el cuarto plano. El plano búdico, el reino humano y el cuarto Rayo de Armonía, Belleza o Síntesis tienen en nuestro sistema un punto de analogía, así como en la cuarta raza raíz es donde se observa primero la síntesis -la cual abre la puerta al quinto reino del Espíritu; la cuarta raza raíz desarrolló también la capacidad astral que hizo posible el contacto con el cuarto nivel o búdico.
En forma sutil (empleo esta palabra a falta de otra que traduzca mejor la afirmación de que la realidad parece ser una ilusión) también los tres Rayos menores, Ciencia Concreta, Devoción y Ley Ceremonial, están vinculados a los tres reinos de la naturaleza, inferiores al humano, y a las tres leyes de los tres mundos inferiores.
El Rayo de Orden Ceremonial tiene un significado especial en la actualidad; controla la vida del mundo mineral y las etapas finales de la vida involutiva, en el punto donde se inicia el camino ascendente de la evolución. Por medio del Orden Ceremonial se obtiene el control de los constructores menores, de las fuerzas elementales y del punto de síntesis del plano más inferior de todos, el periodo de transición.
En dichos períodos entra a la manifestación (como sucede ahora) el séptimo Rayo -Rayo de Ley y Orden, de distribución y formación exactas.
Es el reflejo en el plano físico de los Aspectos Poder y Actividad actuando en forma sintética.
Como sabemos, los Rayos 1, 3, 7, tienen una interacción.
El séptimo Rayo aparece en combinación con las fuerzas de la evo|ución. Constituye la manifestación de Poder y Actividad en el plano más inferior de todos.
Está aliado a las leyes de los planos tercero y séptimo, de Desintegración y Muerte, pues todos los períodos de transición son períodos de destrucción y construcción de formas y de quebrantamiento del antiguo orden a fin de poder construir nuevos y mejores cálices de vida.
El Rayo de Devoción tiene una relación definida, aunque poco conocida, con el reino vegetal. Debemos recordar que está ligado a una ley subsidiaria de la Ley cósmica de Atracción.
En el reino vegetal encontramos uno de los primeros y temporarios acercamientos entre la Mónada humana y la Mónada dévica en evolución.
Las dos evoluciones hacen contacto en ese reino en forma paralela; siguiendo luego su propio camino, encuentran su próximo punto de contacto en el cuarto nivel búdico y la fusión final en el segundo.
Los Rayos concretos tienen un efecto especial sobre la evolución negativa de los devas, quienes forman parte del aspecto femenino del divino Hombre hermafrodita, cuando trabaja sobre líneas de desarrollo más positivo.
Los Rayos abstractos realizan un trabajo similar sobre la jerarquía humana positiva, tendiendo a lograr una actitud más receptiva.
Esta jerarquía forma parte del aspecto masculino del divino Hermafrodita.
Pero, en los tres Puntos del sendero de evolución, las Mónadas de Amor que actúan sobre las cualidades abstractas, entran en contacto con los devas de actividad que trabajan sobre las facultades concretas.
La perfección de las dos evoluciones marca el punto de realización del divino Hombre celestial, constituye el perfeccionamiento de los dos centros principales la actividad creadora y el amor del Logos.
En su aspecto inferior estos centros son conocidos como los centros de la procreación y el plexo solar, pero a medida que prosigue la evolución son transmutados a los centros de la garganta y del corazón.
Luego, en síntesis dual, pasarán al tercer sistema, en el cual se desarrolla el aspecto Poder, entonces se completará los centros de la cabeza.
Esta realización marca el triunfo de nuestro Logos que estará en condiciones de recibir la sexta Iniciación cósmica, así como ahora debe estar en condiciones, en este sistema, de recibir la cuarta.
El Rayo de Ciencia Concreta tiene una relación peculiar con el reino animal, porque rige la fusión de ese reino con el humano. El planeta Venus, durante su quinta ronda, proporcionó el impulso que produjo la chispa mental en el hombre animal -hecho muy conocido.
Constituye el quinto Rayo y tiene una vinculación muy interesante con la quinta Ley de Fijación. También sería conveniente estudiar la analogía que existe entre estos factores y la quinta raza raíz, la cual ha desarrollado fuerte y peculiarmente la mente concreta. La Ley de Analogía es exacta.
Teniendo esto como base, las tres leyes de la personalidad adquieren plena vida y pueden resumirse en los términos bien conocidos: “La Ley de Renacimiento y Muerte en los tres mundos.” La quinta ley rige un punto fijo de la personalidad el quinto principio. La Ley del Amor en el cuerpo astral tiene también puntos que han de ser considerados.
Existe un vínculo directo entre el cuerpo astral (amor en lo que respecta a la personalidad), el vehículo búdico (amor en lo que respecta a la Tríada) y las Mónadas de Amor.
Más adelante esto se comprenderá mejor, pues constituye el canal principal para la ley básica del sistema, el Amor.
Estos tres puntos marcan períodos de comunicación y también puntos
de partida para realizar un nuevo esfuerzo durante la vida de la
Mónada en evolución -de la personalidad a la Tríada, de la Tríada
a la Mónada, de la Mónada de vuelta a su fuente.
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