
Quinta
Iniciación. La Revelación. Primer Rayo.
La energía de la Voluntad al bien. Poder.
Esta
iniciación ha sido denominada, en la iglesia cristiana, la Resurrección,
aunque la séptima iniciación constituye la verdadera resurrección.
El nombre correcto para la
quinta es la Iniciación de la Revelación;
significa el poder de manejar luz, como portadora de vida a
los tres mundos, y también el conocimiento del siguiente paso
a dar en el Camino de Evolución Superior. Este Camino se le
revela al iniciado en una nueva luz y con una significación
totalmente diferente cuando recibe la quinta iniciación. Es
el real momento de surgimiento desde la tumba de la oscuridad,
y constituye la entrada en una luz, de naturaleza totalmente
distinta a cualquier otra experimentada hasta ahora.
Desarrollo
y revelación o (si lo prefieren) una revelación en desarrollo,
forma esencialmente el tema y el objetivo de toda actividad
sobre nuestro planeta. Esto nos da un indicio acerca de la meta
del Logos planetario. Toda vida, desde el primer descenso del
alma a la encarnación, es sólo una serie de revelaciones, las
cuales conducen a la revelación acordada en la quinta iniciación
La relación entre la quinta y la séptima iniciaciones es excesivamente
profunda y misteriosa. La revelación acordada en la quinta iniciación
hace posible la séptima iniciación. El Maestro, al surgir a
la luz del día en la quinta iniciación, llega a comprender en
esa luz:
1.
La verdadera significación hasta entonces desconocida de los
tres mundos, observados casi enteramente desde el ángulo del
significado. Ahora su significación es evidente y la revelación
es tan enorme que "se retira al mundo de la luz y se une
a Sus hermanos.
Reúne todas sus fuerzas y busca nueva luz sobre el Plan. Esa
luz brilla, y por la fuerza de su poder revelador, surgen nuevas
adhesiones, se ven nuevas metas y aquello que es y lo que debe
ser se pierden ambos en la radiante luz de la revelación".
2.
Que la primera vibración o energía influyente del rayo cósmico
de la prevaleciente energía, en su aspecto más elevado, es Rayo
de Amor Sabiduría y ahora ha entrado en contacto con ella, lo
cual ha sido posible por la respuesta del Maestro al primer
Rayo de Poder o de Voluntad al bien, experimentada en su segundo
aspecto en la quinta iniciación.
Recuerden que todos los rayos tienen tres aspectos y que la
conciencia humana del hombre espiritual puede entrar en contacto
con los tres, poniendo así a su disposición las energías de
los siete rayos y de las veintiuna fuerzas.
Esta síntesis es revelada en la quinta iniciación y -como he
dicho anteriormente- la combinación de estas fuerzas produce
la Ascensión; todavía ustedes no pueden captar este grandioso
misterio.

Desde
la cima del Monte de la Ascensión la luz se vierte sobre el
Plan jerárquico de tal manera, que el propósito existente en
la mente del Logos planetario es (por primera vez) verdaderamente
captado.
3.
Desde esa altura también es revelado el misterio del alma humana,
y un gran diseño triangular podrá verse relacionando al espíritu
humano con el mundo de las formas, con la Jerarquía unida y
con la Cámara del Concilio del Señor. No puedo extenderme más,
porque no debemos alejarnos demasiado de nuestro estudio. Sólo
puedo decirles una cosa: desde ese lugar elevado, atma budi
manas (voluntad, amor y acción inteligente) y en actividad conjunta,
puede ser vista la teoría de un Plan existente y la creencia
en los tres aspectos divinos, o en la Trinidad de Energías,
se manifiesta en forma efectiva.
El
primer Rayo de Voluntad o Poder se caracteriza por la más elevada
cualidad divina conocida (hay otras más elevadas aún). En la
palabra BUENA VOLUNTAD reside oculto el propósito secreto del
Logos planetario. Es llevado lentamente a la atención de la
humanidad por medio de tres frases: Dios es Amor. Buena Voluntad.
Voluntad al Bien. Estas tres frases en realidad se relacionan
con los tres aspectos de primer rayo.
Cuando
un Maestro recibe la quinta iniciación, ya conoce la significación
de los dos primeros aspectos y debe llegar a ser conscientemente
consciente del aspecto superior: la Voluntad al bien. Ha desarrollado
en Sí Mismo "el amor necesario para la propia salvación,
y la de quienes Él ama, Sus semejantes"; todas sus acciones
y Su pensamiento están calificados por la buena voluntad en
un sentido esotérico, y la significación de la Voluntad al bien
está ante Él, y le será revelada posteriormente.
Como
este primer rayo no está en encarnación en la actualidad y,
por lo tanto, las almas que pueden expresarlo plenamente están
ausentes, todo el tema respecto a este tipo de energía y su
influencia y cualidad, es muy difícil de expresar cuando se
relaciona con las energías y las fuerzas.
Cada
gran rayo al venir a la encarnación, trasforma el lenguaje del
ciclo, enriquece el vocabulario existente y trae nuevo conocimiento
a la humanidad; las muchas civilizaciones -pasadas y presentes-
son el resultado de esto.

Quisiera
que consideren la relación de la quinta iniciación, el quinto
Rayo de la Ciencia y el primer Rayo de Voluntad, porque allí
reside la clave de la revelación acordada al iniciado Maestro.
Como
podrán ver, nos aventuramos a invadir reinos que están mucho
más allá de la comprensión de ustedes, pero el esfuerzo por
captar lo inalcanzable y ejercitar la mente en el pensamiento
abstracto, siempre es valioso.
Debe
recordarse por lo tanto (y lo reitero), que la revelación acordada
al discípulo iniciado es en la línea del primer rayo de Voluntad
o Poder, rayo que está aún muy lejos de la plena manifestación.
Desde un ángulo, se halla lógicamente siempre en manifestación,
pues este rayo mantiene al planeta y a todo lo que existe en
él, en un todo coherente manifestado; el esfuerzo evolutivo
en cumplir el propósito divino constituye la razón de esta síntesis
coherente. El primer rayo siempre complementa ese propósito.
Desde otro ángulo, es cíclico en su manifestación; aquí quiero
significar desde el ángulo de la manifestación reconocida -esto
sucede en la actualidad.
El
Efecto que en la Actualidad Produce
el Primer Rayo sobre la Humanidad
Debido
al estímulo extraplanetario, a la crisis planetaria inmediata
y a la actual demanda invocadora de la humanidad, se ha permitido
a la energía de Shamballa actuar sobre el "centro que llamamos
la raza de los hombres", produciendo dos resultados poderosos:
primero, la precipitación de la guerra mundial, y segundo, la
fisión del átomo, dando por resultado la bomba atómica. Ambos
acontecimientos fueron posibles por la afluencia de la energía
y el poder del tercer aspecto del primer Rayo de Poder o Voluntad.
Este es el aspecto inferior y produjo efectos definidamente
materialistas. Por lo tanto, el primer aspecto que entró en
efecto fue el destructor. Dividió la forma mental del vivir
materialista (que regía y controlaba a la humanidad de todas
partes) en el plano mental y, al mismo tiempo, produjo un gran
agente de destrucción en el plano físico.
Así
se inauguró la nueva era y estableció el escenario para un futuro
mejor. Esta fue la intención y el propósito de Quienes forman
la Cámara del Concilio del Señor. Le corresponde a la humanidad
aprovechar la oportunidad ofrecida, que ha hecho posible esta
manifestación destructiva.
Aunque
Shamballa actuó así, no obstante es la Jerarquía que traerá
a la expresión cierta medida del segundo aspecto del primer
Rayo de Voluntad o Poder, y para ello se está preparando; Cristo
se está capacitando para este acontecimiento, a fin de actuar
como Agente distribuidor y Factor directriz, con la concentrada
ayuda de la Jerarquía, lo cual comenzará a manifestarse cuando
Él aparezca. Tenemos aquí la verdadera razón de Su anunciada
Venida o reaparición. Quedará claramente demostrada la diferencia
entre la vida material y la vida espiritual, y ello será posible
por la desaparición, en niveles mentales, de la antigua forma
mental materialista; cuando este hecho sea captado, la reorientación
del pensamiento humano habrá producido sus primeros resultados
en los niveles emocionales por la expresión concentrada de la
buena voluntad humana; éste es el aspecto inferior del segundo
Rayo de Amor Sabiduría, complementado y fortalecido por el segundo
aspecto del primer Rayo de Voluntad.

En
el plano físico, el gran descubrimiento científico, denominado
familiarmente la "fisión del átomo", será eventualmente
aplicado para establecer esas condiciones que permitirán al
género humano ir en pos del bien, la belleza y la verdad. Los
hombres podrán hacerlo, libres de la temible presencia del pensamiento
puramente materialista. Esto no es una vana visión o un vano
sueño. Hoy muchos científicos y particularmente aquellos que
aman a sus semejantes, no sólo visualizan el aspecto constructivo
de la energía atómica, sino que están empeñados en dominar -en
bien de la humanidad- algunos de sus productos y propiedades
radiactivas.

En
forma curiosa el empleo sabio y controlado de los resultados
de esta aventura científica, en conexión con la bomba atómica,
traerá con el tiempo una revelación específica acerca de la
naturaleza de ciertas fuerzas en relación con la luz; este acontecimiento
transformará el pensamiento humano o mundial, y conducirá a
un nuevo tipo de proceso transmutador, en lo que al hombre se
refiere.
De
lo que antecede no se debe inferir que toda la humanidad recibirá
la quinta iniciación, pues no es así. Muchas almas avanzadas
(quizás alcancen algunos miles) pueden recibir y recibirán esta
iniciación, pero las masas de todas partes, que constituyen
la suma total del discípulo mundial, recibirán oportunamente
la primera o la segunda iniciaciones. Sin embargo, el efecto
de los acontecimientos jerárquicos, en conjunción con Shamballa,
conducirán finalmente al gran estímulo del quinto principio
de manas, principio inteligencia en el hombre. Una revelación
no percibida, desvinculada e inexpresada, no presta ningún verdadero
servicio al género humano, excepto desde un punto de vista puramente
subjetivo; sin embargo, por el estímulo propuesto, los esfuerzos
de quienes han recibido o recibirán la quinta iniciación, y
por la nueva dirección de la energía de primer rayo proveniente
de Shamballa, el plano mental recibirá tal afluencia de energía,
que el principio pensante, el factor razonador de la humanidad,
alcanzará nuevas alturas. De esta manera la "luz afluirá
a las mentes de los hombres", y la primera estrofa de la
Invocación demostrará que puede recibir y recibirá respuesta
a su llamado invocador.
Sería
conveniente que su imaginación espiritual mire hacia el futuro
y luego visualizar -si pueden- el verdadero significado de la
grandiosa actividad de la Jerarquía. Uno de los signos de la
llegada de esta nueva luz y afluencia de energía es definidamente
curioso y se lo descubre en la inestabilidad del mecanismo mental
humano y en los actuales procesos pensantes que han respondido
prematuramente a la nueva potencia entrante. Es una reacción
masiva y, por lo tanto, los informes estadísticos son algo engañosos.
Quienes no están preparados reaccionan así, lo cual no implica
alusión alguna para los que están en esas condiciones (y pertenecen
a todas las clases y naciones). La Ley del Renacimiento se encargará
de esta reacción y, en la próxima encarnación, estas mismas
personas tendrán un cuerpo físico mejor equipado. En realidad,
esta energía de Shamballa en su tercero y destructivo aspecto,
está actuando sobre ciertos miembros de la familia humana y
evocando desgraciadamente una rápida respuesta. Lo expongo para
alentarlos; la destrucción evoca siempre la duda en las mentes
sintonizadas con el bienestar humano y en esos pensadores que
sienten aprensión por los sufrimientos que padecen sus semejantes.
Una
de las cosas más difíciles de ser comprendidas e interpretadas
por el hombre común reflexivo, son los procesos destructivos
de lo que él (a falta de mejor término) llama "la voluntad
de Dios". Éste es uno de los resultados (y sólo uno) de
una civilización puramente materialista, que ha puesto todo
su énfasis sobre la experiencia del aspecto forma y considera
al bienestar físico y la comodidad física, más las posesiones
materiales, como la verdadera meta de todo esfuerzo humano.
Sobre estas ampliamente difundidas actitud y reacción, se concentrará
la nueva y entrante luz; a medida que la luz revela la realidad,
el mundo de los fenómenos y el mundo de los valores espirituales
entrarán en una directa y mejor relación.
Por
lo antedicho observarán que algunos de los efectos sobre la
humanidad conjunta y la estructura del nuevo y bello futuro,
vendrán como resultado de la nueva y entrante actividad de primer
rayo. No puede darse todavía ningún detalle, pero se ha escrito
suficientemente respecto a la causa básica predisponente, para
que el lector reflexione, espiritualmente hablando, sobre el
posible efecto. Lo que está por venir es una civilización de
naturaleza diferente, aunque todavía materialista, pero animada
por el hecho de que las masas de todas partes registrarán crecientemente
un objetivo espiritual emergente que trasformará toda vida y
dará nuevos valores y propósitos a lo material.
Luego
consideraremos el efecto de esta energía de primer rayo sobre
el discípulo individual, cuando se prepara para la quinta iniciación
y se pone a tono con la revelación prometida, abriéndose a una
afluencia de fuerza totalmente nueva, debiendo hacerlo conscientemente.
Es la consciente absorción de energía y su consciente asimilación,
más su consciente empleo, que distingue al iniciado del resto
del género humano; lógicamente existen muchos grados de esta
deseable conciencia. El iniciado recibirá, como resultado de
la energía de primer rayo, una afluencia del segundo aspecto
de este rayo -un fulgor de luz que le revelará claramente y
en un instante, la significación de lo que es lentamente revelado
en la Tierra; por primera vez, verá esta visión en su totalidad.
En la cuarta iniciación responde al tercer aspecto de este rayo,
el aspecto destructor; éste lo despoja de todo, y final y eternamente
destruye aquello que lo retenía en los tres mundos del esfuerzo
humano. De este modo se produjo la armonía a través del conflicto,
y el éxito del iniciado individual es la garantía del éxito
final del discípulo mundial.
Cuando
lleguen a considerar el efecto de este rayo en el momento de
recibir la quinta iniciación, deben tener presente que el discípulo
ha pasado, en una encarnación anterior, por la Iniciación de
la Renunciación y ha establecido dentro de sí mismo una condición
de total armonía, como resultado del conflicto -un conflicto
que tuvo lugar durante milenios y cuya meta fue siempre la revelación.
Así como una cámara fotográfica debe ser correctamente enfocada
a fin de registrar perfectamente lo visto, así esta armonía,
finalmente alcanzada, puede ser considerada como una especie
de orientación enfocada. A través de las muchas vidas vividas
por el discípulo, hubo muchos de esos momentos, pero fueron
breves y pasajeros, sirviendo únicamente para agitar la aspiración
en actividad. En lo que respecta al discípulo de cuarta iniciación,
que está en entrenamiento para recibir la quinta, la orientación
y el enfoque logrados llegan a ser una condición permanente.
Éste es el preludio de un ciclo de experiencia espiritual enteramente
nuevo -la experiencia de la evolución superior- que conduce
a ese gran momento en que la revelación de los siete Senderos
le es acordada en la siguiente o sexta Iniciación de la Decisión.
En
lo que concierne al hombre común, la aspiración impelente (si
puedo emplear una frase tan inusitada) es de naturaleza material
y se relaciona con su triunfal progreso en el mundo de la vida
cotidiana del plano físico. Sería conveniente considerar la
ambición como expresión inferior de la aspiración, la cual abarca
las muchas fases del Sendero de Evolución, desde la ambición
del salvaje nato, en la época primitiva, por obtener alimento
y vivienda para sí mismo y su familiares, hasta la ambición
del hombre de negocios moderno por alcanzar la cumbre del poder
y adquisición financieros. Habiendo alcanzado esa meta, a menudo,
en el camino de la octava etapa superior de la ambición (la
aspiración), puede sobrevenir un ciclo de vidas donde la ambición
es dirigida a las artes creadoras. Luego llega gradualmente
la transmutación de todas estas ambiciones, en una aspiración
conscientemente espiritual que aumenta constantemente. Entonces
el hombre huella el sendero de probación y eventualmente el
sendero del discipulado y, a medida que aumenta su ambición
espiritual, paralelamente a un crecimiento igualmente constante
de la comprensión mental, pasa de una iniciación a otra, hasta
sobrevenir la culminante quinta iniciación.
Ha
renunciado a todos sus conocimientos pasados -tanto el material
como el espiritual. Permanece totalmente libre de todos los
aspectos del deseo. El deseo ha sido sustituido por la voluntad
espiritual. Luego, reforzado por la energía shambállica de primer
rayo, y no ofreciendo él ninguna obstrucción o impedimento dentro
de sí mismo como personalidad, está en posición de recibir el
estímulo que le permitirá "ver lo que debe ser revelado
y aceptar la revelación", trasmutándola en esa definida
comprensión que le permitirá vivir por medio de su luz. Existen,
por lo tanto, ciertas palabras que conciernen al método por
el que se acuerda la visión y se otorga la revelación:
1.
Ambición, complementada por la determinación.
2. Aspiración, complementada por la devoción o centrada atención.
3. Revelación complementada por la voluntad, en su dos aspectos
inferiores.
4. Conocimiento, complementado por la voluntad en su aspecto
más elevado.
Ésta
es brevemente la historia evolutiva del "iniciado bien
conceptuado", siendo básicamente la historia de la voluntad
para el propio mejoramiento, la voluntad para el servicio humano,
la buena voluntad y finalmente la voluntad al bien. Podemos
ver, por lo tanto, que el gran primer aspecto de la divinidad,
por intermedio de sus tres aspectos, es la potencia oculta,
básica y motivadora de la vida y de la evolución, desde los
albores del ciclo evolutivo.
El
iniciado bien conceptuado mira el corazón de las cosas, se ha
abierto camino al mismo "Corazón del Sol" (empleando
esas palabras en un sentido planetario, no solar) y -desde ese
punto ventajoso- llega a ser consciente del "Sol Central
Espiritual" y del Camino de Evolución Superior que conduce
inevitablemente al prometido centro del Altísimo. Los tres mundos
del vivir material y el mundo interno de significados, que el
alma le ha revelado, son dejados atrás; se enfrenta repentinamente
con el mundo de las significaciones, con el verdadero mundo
de las causas y de los orígenes y con el reino de lo universal.
Descubre que todo lo que creyó sobre la Ley de Causa y Efecto
es tan limitado que -a la luz de Evolución Superior- se ha convertido
en algo sin sentido, excepto como el abecé, por el cual puede
enseñar a los hijos de los hombres. Por la revelación concedida
comprende, con más claridad que nunca, el Propósito del Logos
planetario. Desde que recibió la tercera iniciación dicho propósito
fue revelándose gradualmente, lo ve expresarse por intermedio
de Sanat Kumara, que es la expresión de la Personalidad del
Logos planetario. En el curso del próximo intervalo y ciclo
de preparación para la sexta iniciación, ese propósito irrumpirá
en una fulgurante y sintética gloria.
Por
consiguiente, le es revelado el camino al Sol Central Espiritual
y sabe que está frente a un periodo de intensa preparación (no
entrenamiento, tal como esa palabra es generalmente comprendida)
durante un lapso, determinado por la necesidad del mundo, la
naturaleza de su servicio y ciertas condiciones de rayo, indefinibles.
Debe
llenar la condición magnética que le permitirá formar su propio
ashrama, y desarrollar una nueva fase de discriminación espiritual
selectiva. Sin embargo, la palabra discriminación conduce a
error, porque la acepción que él puede darle ahora no encierra
ninguna cualidad de rechazo o separación. Es el conocimiento
y la comprensión correctos de quienes están kármicamente vinculados
a él; el correcto empleo de una fuerza atractiva impelente que
atraerá, hablando esotéricamente, la atención de quienes deberían
ingresar en su ashrama, más un proceso esotérico de fusión,
de él y su ashrama, en el cuerpo de la Jerarquía. Los nuevos
ashramas dentro de la Jerarquía presentan el mismo tipo de dificultades
y problemas, con la entrada de un nuevo discípulo en un ashrama.
Podría
decirse que lo que mantiene unida a la Jerarquía y produce un
ashrama coherente, es la revelación recibida en la luz, que
esa revelación produjo y que conduce al conocimiento. La responsabilidad
ashrámica, el constante servicio en la Vida planetaria y el
sometimiento de Sí Mismo y de Su Ashrama al estimulo cíclico
desde Shamballa, más ciertos procesos misteriosos que nada tienen
que ver con la forma o la conciencia, sino con la "sensibilidad
del universo", ocupan el intervalo entre la quinta y la
sexta iniciaciones.
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