Tratado sobre los Siete Rayos Volumen V, Los Rayos y las Iniciaciones ALICE ANN BAILEY- MAESTRO TIBETANO (Djwhal Khul)
Páginas 571-580, Editorial Sirio El Puente como Agente de Alineamiento. La palabra "alineamiento" se emplea mucho en el entrenamiento esotérico moderno. Quisiera señalar que, al hacerlo, el aspirante establece solamente la primera etapa del proceso de comprensión, estableciendo en su propia conciencia la realidad del dualismo esencial. Quisiera indicar que se llega al aspecto crítico de este proceso sólo cuando la diferencia entre la poderosa personalidad integrada y el alma, es agudamente definida y reconocida. Es una verdad ocultista enunciar que el aspirante debe ser reconocido por o triplicidad; el discípulo por o dualidad, y el iniciado por o unidad.
Quisiera que observen que el símbolo de la dualidad para la humanidad no desarrollada es donde se describe la separación entre la naturaleza superior y la inferior; en el caso del discípulo es representa el "sendero que atraviesa" o el estrecho sendero del filo de la navaja entre los pares de opuestos, formando más tarde el antakarana. Estos símbolos, simples como son, encierran e imparten vastas verdades para la mente iluminada. Hablando en forma relativa y en términos de conciencia mental, la comprensión de la dualidad sólo se adquiere en los tres mundos y en el plano mental.
Al recibir la tercera iniciación, el poder de los pares de opuestos inferiores ya no se siente ni existe, comprende y expresa una conciencia liberada y una percepción sin restricción -sin restricción respecto al iniciado que actúa dentro de la órbita del Logos planetario (aunque no sin restricción referente a la Vida mayor que actúa dentro de otros límites mayores y definidos).
Dentro del "círculo no se pasa" planetario, el iniciado actúa libremente y no conoce limitación en la conciencia. Por esta razón se denominan amorfos a los niveles superiores de nuestros planos planetarios y del sistema. El verdadero símbolo del alineamiento es O pues implica al mismo tiempo no sólo el sentido de dualidad sino el camino que atraviesa lo que denominamos "muros de la limitación".
Los estudiantes harían bien en considerar la construcción del antakarana como una extensión en la conciencia.
Esta extensión constituye el primer y definido esfuerzo efectuado en el sendero para atraer la influencia monádica con plena conciencia y, finalmente, en forma directa. Este proceso constituye el paralelo individual de la actual afluencia de fuerza proveniente de Shamballa, sobre el que he hablado anteriormente. Ese elevado centro de energía está produciendo ahora en nuestro planeta un efecto definido sobre el Centro denominado Humanidad, y se lleva a cabo por alineamiento directo y no vía la Jerarquía, como ha sucedido hasta ahora. Cuando se ha tenido éxito en iniciar el antakarana individual y hay un tenue hilo de energía viviente que conecta la triple personalidad y la Tríada espiritual, entonces es posible la afluencia de energía volitiva. Esto puede ser muy peligroso en las primeras etapas, cuando no está contrarrestado por la energía del amor del alma. Sólo un hilo del triple antakarana pasa a través del loto egoico. Los otros dos se relacionan directamente con la Tríada, de allí eventualmente con la mónada, la fuente de la vida "triadal". Esto es verdad tanto para el individuo como para toda la humanidad, y los efectos de este alineamiento pueden actualmente verse manifestándose en el mundo. Esta inesperada respuesta activa ha necesitado una acrecentada actuación por parte de la Jerarquía, a fin de contrarrestar las consecuencias de cualquier afluencia prematura de la fuerza volitiva. Después de la tercera iniciación, cuando el cuerpo del alma, el causal, comienza a disiparse, la línea de relación o conexión puede ser y es directa. Entonces el iniciado "permanece en el océano de amor, afluyendo ese amor a través de él; su voluntad es amor y puede trabajar sin peligro, pues el amor divino matizará toda su voluntad y podrá prestar servicio inteligentemente". Entonces el amor y la inteligencia se convierten en servidores de la voluntad. La energía del alma y la fuerza de la personalidad contribuyen a la experiencia que adquiere la mónada en los tres mundos, donde vive una vida de servicio y donde finalmente culmina la tan prolongada tarea del hombre espiritual encarnado. Entonces está preparado para el Nirvana, que sólo es el Camino a nuevos campos de experiencia espiritual y desarrollo divino -incomprensible hasta para el iniciado de tercer grado. Este Camino es revelado sólo cuando el antakarana está construido y terminado y el hombre se enfoca en la Tríada tan conscientemente como lo está ahora en la triple naturaleza inferior. Sólo entonces es evidente el verdadero dualismo de la naturaleza divina y desaparece la dualidad ilusoria. Así tenemos Espíritu materia, Vida forma. Para ello la triple experiencia de la conciencia en desarrollo es sólo preparatoria. Por el desarrollo de la conciencia, el iniciado conoce el significado de la vida y el empleo de la forma, pero no está completamente identificado con ninguna de las dos, aunque fusiona en sí mismo, en consciente síntesis, estas dualidades. La tentativa de explicar este estado mental con palabras que limitan y confunden, conduce a contradicciones aparentes, siendo una de las paradojas peculiares de la ciencia ocultista. Los hechos mencionados ¿le imparten algún sentido? ¿Significan algo para su mente? No lo creo, puesto que no posee todavía el equipo necesario por el cual puede actuar el tipo de percepción implicada o la comprensión de esa autoconciencia que produciría de su parte una reacción comprensiva. Hago simplemente esa afirmación esotérica, pues más adelante le llegará esa comprensión de la verdad y la consiguiente energetización producida cuando cualquier verdad abstracta es verdaderamente valorada y asimilada. El momento no ha llegado todavía para comprender esta información. Los discípulos y aspirantes progresan porque han tenido una visión -inalcanzable aún, siendo definidamente una ampliación de lo conocido y previamente captado. Tal es el método de la evolución, pues constituye siempre un progreso hacia lo presentido. Actualmente, por medio del esfuerzo humano y jerárquico, tiene lugar un gran alineamiento y vinculación, y mónada alma personalidad están más directamente relacionadas que nunca. Una de las razones consiste en que hay cada vez más iniciados de tercer grado en encarnación en el planeta, y también muchos más discípulos que se están preparando para recibir la tercera iniciación; en esta tercera raza aria, estrictamente humana (empleando el término en su sentido genérico y no en la tergiversada acepción alemana), los tres aspectos de la personalidad son ahora tan poderosos que su influencia magnética y su efecto creador hacen que la construcción del antakarana sea una realización notable, vinculando y alineando así los tres aspectos del hombre. Lo mismo puede decirse de los tres centros divinos: Shamballa, la Jerarquía y la Humanidad, que en el planeta representan esas cualidades divinas y están ahora estrechamente alineados, produciendo una fusión de energías que trae una gran afluencia de la voluntad espiritual, así como también la manifestación del aspecto Destructor. He dado aquí muchas cosas de interés, he señalado una meta e indicado un Camino. He relacionado (en conciencia) a la Jerarquía y a Shamballa, lo cual representa un grande y crítico momento en los asuntos humanos y una oportunidad hasta ahora sin parangón en la historia. La necesidad de valorar esto debidamente será evidente, debiendo incitar a los lectores a un renovado empeño y esfuerzo. Los estudiantes deben tratar de enfrentar todos los cambios y oportunidades planetarias con sus correspondientes cambios en sus propias vidas. Deben buscar esas nuevas actitudes y nuevos acercamientos creadores, que no sólo darán por resultado la construcción del antakarana individual sino también la fusión de los innumerables "hilos radiantes" que producirán esos "cables de conexión ", hablando simbólicamente, que relacionarán los centros planetarios y proporcionarán el medio por el cual podrá pasar la ígnea voluntad y el propósito predeterminado de la Deidad. Esto dará lugar a la reconstrucción de los mundos manifestados y en esta tarea todos y cada uno pueden desempeñar su parte. Consideraré ahora el segundo punto de esta sección e indicaré la técnica para la construcción del antakarana. Ella constituirá una enseñanza intensamente práctica, y todo lo dado hasta ahora debe demostrar que constituye una sólida base.
La Técnica de la Construcción Tengo la intención de ser muy práctico. La construcción del antakarana (conscientemente emprendida en el sendero del discipulado) es un proceso que se sigue de acuerdo a antiguas y comprobadas reglas. Cuando son correctamente seguidas, la secuencia de los sucesos y la aparición de los resultados deseados son inevitables e ineludibles.
Gran parte de lo que podría decir, relacionado con las realidades subjetivas, tendrá poco valor para el estudiante común, pues -siendo hechos existentes y ocultos en un proceso natural- son todavía irrealizables.
Mi problema consiste en presentar el proceso de tal manera que -al fin de este siglo- lleve a los educadores a pensar, hablar y enseñar en términos de construcción del puente, acercándose así a los enunciados básicos que tienen una influencia definida sobre el punto que estamos considerando. Quisiera recapitular aquí muy sucintamente algunos de ellos, para su atención: 1. Fuerza Conocimiento, se expresa por medio del hilo de la conciencia y del hilo creador.
Los estudiantes harían bien en aprender que el proceso de la construcción del antakarana es uno de los medios por los cuales el hombre, la trinidad, se convierte en dualidad.
Cuando la tarea se ha completado y el antakarana está definidamente construido -produciéndose así el perfecto alineamiento entre la mónada y su expresión en el plano físico- el cuerpo del alma (el causal) es completa y finalmente destruido por el fuego de la mónada que desciende por el antakarana. Entonces hay una completa reciprocidad entre la mónada y el alma plenamente consciente en el plano físico. El "intermediario divino" ya no es necesario. El "Hijo de Dios, que es el Hijo de la Mente", muere; el "velo del templo es rasgado en dos, de arriba abajo"; se recibe la cuarta iniciación, llegando entonces la revelación del Padre. Éste es el final y amplio resultado obtenido por la construcción del puente que, en realidad, es el establecimiento de una línea de luz entre la mónada y la personalidad, como expresión plena del alma -entre espíritu y materia, entre Padre y Madre. Pone en evidencia que el "espíritu ha ascendido a los hombros de la materia", a ese elevado lugar del cual originó, más la experiencia adquirida y el pleno conocimiento, y todo lo que pudo proporcionar la vida, en la forma material, y conferir la experiencia consciente. El Hijo ha hecho Su trabajo. La tarea del Salvador o Mediador ha sido consumada. Se sabe que la unidad de todas las cosas es una realidad en la conciencia y el espíritu humano puede decir con intención y comprensión: "Yo y mi Padre somos uno". Lo que antecede es un enunciado breve y probablemente sin sentido, excepto teóricamente, pero resume la tarea y el trabajo que tiene por delante el discípulo que está en proceso de construir el antakarana. Hay una estrecha relación entre la cuarta iniciación, el cuaternario en su condición evolucionada -cuerpo vital, vehículo emocional, mente y alma- y la cuarta etapa técnica de construcción consciente del "arco iris". Tenemos por lo tanto:
5. El cuaternario, factor creador en la tierra.
Sin embargo, es una y la misma entidad que participa de todos los aspectos, pasos y etapas diferenciados y es responsable de ellos -experimentación, experiencia y expresión consciente, en cada una de estas etapas o modos de vida, hasta la cuarta iniciación. Luego la conciencia misma cede su lugar a la vida y, sin embargo, permanece. A lo antedicho agréguesele que el cuarto reino de la naturaleza sufre los efectos indicados anteriormente y está condicionado por los cuatro aspectos del sutratma uno. Cuando se llega a comprender esto, la belleza del simbolismo y las relaciones numéricas emergen significativamente. |
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