LOS RAYOS Y LAS INICACIONES VOLUMEN NÚMERO 5 DEL LIBRO TRATADO SOBRE LOS SIETE RAYOS DE ALICE ANN BAILEY Y MAESTRO TIBETANO (Djwhal Khul)
PRIMERA PARTE CATORCE REGLAS PARA LA INICIACIÓN GRUPAL
(introducción y regla 1)
Creo que sería conveniente, hermanos míos, subrayar nuevamente el hecho de que sólo puede penetrar en el mundo amorfo el aspirante que ha adquirido cierta capacidad de centrarse en los niveles abstractos del plano mental. Ello involucra, lógicamente, haber logrado algún desarrollo interno en la propia naturaleza del aspirante, pues de otra manera sería imposible obtener el contacto requerido. Es necesario el autoesfuerzo, cuyo resultante desarrollo podría describirse de la manera siguiente:
El constante e infalible esfuerzo para centrar la conciencia en la cabeza. Desde esta posición central, el Hombre Real, el agente rector, dirigirá y guiará todos sus miembros, imponiendo un nuevo ritmo y hábito de respuesta a los "señores lunares" del cuerpo físico. Dos factores valiosos y benéficos producirán la necesaria polarización: Valorar
constantemente las palabras "Yo soy el Yo, el Yo soy Yo". Una minuciosa consideración del uso y abuso de la energía durante el día. Cada hombre debe comprender que al emplear energía ejerce dirección y recorre el sendero. Produce oportunamente la fiel manifestación y despliegue de la propia luz a fin de irradiarla sobre las circunstancias, ayudando así a los demás peregrinos. Los estudiantes deberán familiarizarse con el "concepto energía" y aprender a considerarse como unidades de energía que despliegan ciertos tipos de energía. Debe tenerse presente al respecto, que cuando la energía espiritual y material (dos polos opuestos) se ponen en relación, se produce un tercer tipo de energía, y el trabajo del cuarto o reino humano, consiste en demostrar este tipo peculiar. A fin de aclarar las ideas sería conveniente que los estudiantes recordaran que las
entidades superhumanas despliegan energía espiritual, Cuando estas tres energías se manifiesten en forma perfecta se consumará el plan de la creación. Además debe recordarse que las tres manifiestan sin embargo la dualidad -espíritu y materia-, siendo la manifestación de una gran Existencia y de Su aparición. Por lo tanto, las denominadas "tres gunas" (cualidades) de la filosofía hindú, sólo son cualidades que esa Existencia manifiesta por medio de tales tipos de entidades. Las vidas superhumanas expresan sattva, guna o la cualidad del ritmo y de la respuesta armoniosa al impulso divino del perfecto despliegue de la colaboración coordinada con el propósito de la manifestación. Las vidas humanas demuestran la cualidad de rajas, de movilidad, de constante y consciente cambio a fin de descubrir lo Real y demostrar, por medio de la experiencia, la verdadera naturaleza de la respuesta rítmica. Las vidas subhumanas expresan la cualidad de tamas o inercia Actúan ciegamente y no tienen la capacidad de responder conscientemente al plan. Constituyen la suma total de las "unidades de inercia", así como los entes humanos son denominados "puntos de luz que se mueven dentro del cuadrado". Esto resultará de interés para los masones. Este tema sobre el uso y el abuso de la energía puede ser desarrollado al infinito, y lo traté extensamente en otros libros donde di bastante información sobre los centros. Ahora sólo trato de impartirles lo que puede ser de utilidad inmediata para los estudiantes, sentando así las bases para el trabajo posterior. El cuidadoso estudio de la necesaria transmutación de la energía astral y emocional en amor, la energía del amor. Involucra la sublimación del sentimiento personal en comprensión o consciencia grupal, y cuando se realiza exitosamente crea con el tiempo un cuerpo superior y más sutil, la envoltura búdica Cuando ésta se materializa, marca una elevada etapa de progreso, pero las etapas anteriores pueden ser encaradas inteligentemente por el estudiante y probacionista sensato. A fin de trasmutar la emoción en amor es necesario comprender los puntos siguientes: 1. Que toda disposición de ánimo demostración de tristeza, dolor o emoción feliz, se debe a que nos identificamos con los objetos de nuestros deseos, con el aspecto forma y lo material. 2. Que el cuerpo emocional o astral y la parte que desempeña en el desarrollo del estudiante debe ser reconocido como la sombra de la mónada, y establecerse una conexión entre la
envoltura astral 2do. plano, y también debe ser considerada cuidadosamente la actuación que le corresponde a los pétalos de amor del loto egoico. 3. Que la potencia de la envoltura astral se debe a su naturaleza indivisible 4. Que el estudio de la función del plexo solar y la parte que desempeña como órgano para la trasferencia de energía, desde los tres grandes centros abajo del diafragma a los tres centros superiores, constituye una estrecha analogía con el loto solar, el cuerpo egoico, que ocupa el punto medio entre la triple mónada y el triple hombre inferior. Quienes están más avanzados deberían comprender esto. El desarrollo de la facultad de la mente, a fin de que el Pensador se aferre y se mantenga firme en el proceso mental y aprenda a considerar la mente como intérprete de los estados de conciencia, como transmisor de la intención egoica al cerebro físico y como ventana a través de la cual el Ego, el Hombre Real, observa vastos campos de conocimiento y (para la mayoría) aun son ignotos.
El
nacimiento del Cristo interno. Cómo se produce este surgimiento a la manifestación, puede deducirse de las frases siguientes: El
refinamiento de los cuerpos, los cuales constituyen el cascarón
o envoltura que oculta la realidad.
El
conocimiento de ciertas leyes que rigen a la materia y a la forma. No es necesario explayarme sobre esto, ni tampoco desarrollar el tema de la Iniciación (Discipulado en la Nueva Era, Tomos I y II. El primer trabajo a realizar consiste en estimular al aspirante y preparar a esos pocos que ansían recorrer el sendero del discipulado. El punto final de nuestro tema concierne a:
De acuerdo con la ley que rige a la materia, la Ley de Economía, la vida elemental atraerá hacia sí las vidas similares, lo cual dará por resultado dos peligros y son: Uno: La acumulación en la forma -debido a la dominante nota emitida por el elemental de la forma-, de materia de vibración sincronizada. Ello tenderá a acrecentar la magnitud de la tarea que tiene por delante el Ego e impulsará al hombre inferior a adquirir mayor predominio. Los "señores lunares" aumentarán su poder y disminuirá el del Señor solar. Dos: el hombre con el tiempo se encontrará rodeado de formas mentales de orden inferior (desde el punto de vista del alma), y antes de poder entrar en el Arcano de la sabiduría y hallar el camino hacia el mundo del Maestro tendrá que disipar las nubes de formas mentales que ha atraído hacia sí. Si el discípulo no aprende que aspiración y autodisciplina deben ir a la par, hallará que la energía espiritual que puede conocer y con la cual hacer contacto, sólo servirá para estimular las malignas energías latentes en su naturaleza, demostrando así la exactitud de la verdad enseñada por el gran Señor, al relatar el episodio del hombre que barrió fuera de su hogar a siete demonios y descubrió, oportunamente, que estaba en peor situación que antes. Es muy esencial que los aspirantes comprendan la naturaleza del hombre inferior y capten el hecho de que todo sistema coherente posee sus variados tipos de energía y que la perfección se logra cuando predomina el tipo más elevado de energía inherente. Si
la energía inferior del conjunto de átomos-forma constituye el factor
controlador, entonces ocurrirán tres cosas:
la inercia, a 2. Hay muchas personas que no sólo están controladas por algunas de esas formas, sino que son prisioneras de las tres. Al estudiar al triple hombre inferior y a las energías o vidas, que tratan de controlarlo, debe recordarse que éstas son de tres categorías: a.
Las diminutas vidas individuales que denominamos átomos o células
del cuerpo. Son de tres clases y componen respectivamente los cuatro
tipos de cuerpos: físico denso, etérico, astral y mental. 3. Todas las formas subhumanas, en conjunto, prueban ser un poderoso factor que detiene el progreso hacia la emancipación del Hombre Real. Constituyen el reverso de lo que entendemos por el mundo del Maestro, y ambos están en directa oposición entre sí, desde el punto de vista del aspirante. El adepto puede penetrar en el mundo de la forma, entrar en contacto con él y actuar en ese mundo, sin que lo afecte, pues nada hay en él que responda a ese mundo. A través de la ilusión ve la realidad que subyace detrás y, sabiendo donde está situado, nada que lo atraiga existe en la demanda y llamado de estos señores lunares. Está ubicado entre los pares de opuestos. En la comprensión de la naturaleza del mundo de la forma y de las vidas que lo componen, en la habilidad de oír la voz del "Uno amorfo", por encima del tráfago de las voces inferiores, el aspirante tiene la oportunidad de zafarse del dominio de la materia. Hermanos míos, el verdadero trabajo-mágico consiste en comprender los sonidos de todos los seres, y su clave reside en la habilidad de hablar el lenguaje del alma. Estas facultades, correctamente empleadas, imponen sobre las vidas menores ese control que conducirá a la liberación final y, con el tiempo, llevará a esas vidas al reino de la autoconciencia. Este aspecto de la materia es aún muy poco comprendido por los hijos de los hombres. Si sólo se dieran cuenta de que por su predisposición a caer bajo el control lunar precipitan a las diminutas vidas de su pequeña sistema, más profundamente en la oscuridad de la ignorancia, quizás asumirían más rápidamente sus justas responsabilidades; si comprendieran que por su constante tentativa de imponer el ritmo del Señor solar, sobre el conjunto de los señores lunares, impulsan esas vidas hacia el desenvolvimiento autoconsciente, quizás procederían con más prevención e inteligencia. Éste es un mensaje que debe difundirse, pues los diversos aspectos de la vida de Dios son interdependientes y ninguno progresa hacia una mayor comprensión sin beneficiar a todo el grupo. Daré algunas sencillas sugerencias que pueden ser de utilidad para el aspirante sincero: Con la ordenada regulación de la vida viene la eventual síntesis y el correcto control del tiempo, con todo lo que de ello proviene. Con la eliminación correcta de todo lo secundario y con el sentido de proporción correctamente ajustado llega a la exactitud y centralización, distintivos del ocultista. Con la correcta aspiración, en el momento señalado, se produce el contacto necesario y la inspiración para el trabado a realizar. Con la constante adhesión a las reglas autoimpuestas se produce el gradual refinamiento del instrumento y el perfeccionamiento de los vehículos que -para el Maestro- serán el medio para ayudar a innumerables pequeñas vidas. Recomiendo los conceptos antedichos, pues sé que captarán lo que implican y considerarán seriamente el significado de mis palabras. El mundo se halla hoy en los estertores de la agonía. Así como para el Ego evolucionante el momento de mayor desarrollo es frecuentemente el más doloroso (si la captación está a la altura de la oportunidad), así también lo es para el mundo evolucionante. A quienes poseen visión interna y comprensión intuitiva se les ofrece la oportunidad de ayudar a esa captación y llevar al desesperado mundo -profundamente envuelto por la oscuridad y la angustia- un paso más cerca de la luz. El trabajo que deben realizar consiste en tomar el conocimiento que poseen y ajustar su aplicación a la necesidad del mundo, a fin de que se produzca el rápido reconocimiento de la verdad. En el corazón de cada uno está oculta la flor de la intuición. Pueden depender de ella, y ningún hecho eterno o cósmico, revestido con una forma apropiada, dejará de ser reconocido y comprendido.
Los he llamado a reanudar la labor después de un breve descanso (octubre 1942), porque los próximos días serán de intenso trabajo para mí y para todos los miembros de la Jerarquía. Tengo la intención de darles más informaciones respecto a la Jerarquía misma.* En la actualidad los estudiantes harían bien en recordar que los cambios fundamentales en el plano físico son, imprescindiblemente, resultado de causas subjetivas internas emanantes de algún nivel de la conciencia divina y, por lo tanto, de algún plano que no es el físico. Las enormes e inusitadas perturbaciones que tienen lugar en los reinos de la naturaleza, las atribuye el hombre a otros hombres o a ciertas fuerzas generadas por el pensamiento, la debilidad y la ambición humanos. Es muy posible que estos cambios sean el resultado de determinados y grandes acontecimientos ocurridos en los planos internos, donde existe un nivel de conciencia tan avanzado, que el discípulo común sólo puede conocer de ellos sus palabras-símbolo y sus efectos muy atenuados -si puedo describir con tal frase los acontecimientos que hoy despedazan a la humanidad. El mal que infligen a la tierra algunos malignos miembros de la familia humana, es el efecto de su respuesta a las energías que afluyen, e indican su maldad básica y rápida reacción a todo lo que es contrario al bien. Dondequiera se enfoque la conciencia, allí se producirá un punto de gran énfasis e importancia, y esto es aplicable al individuo y a la humanidad. El significado de los acontecimientos actuales se interpreta, lógicamente, en términos de percepción y respuesta humanas. Esta guerra mundial y sus inevitables consecuencias -buenas y malas- se considera que atañen principalmente a la humanidad, pero ello no es básicamente así. La humanidad sufre y experimenta como resultado de acontecimientos internos y la conjunción de fuerzas subjetivas y energía que afluyen. Lógicamente no es posible presentar un verdadero cuadro de los sucesos y acontecimientos internos producidos en la vida de nuestro Ser planetario. Sólo indicaré que la actual situación es simplemente la concreción de la reacción y la respuesta de la humanidad hacia grandes acontecimientos iniciadores y paralelos que involucran a los grupos siguientes: 1.
El Avatar emanante y Su relación con el Señor del Mundo, nuestro
Logos planetario. Un estudio de lo antedicho, en términos de fuerza y energía, proporcionará alguna idea de la síntesis fundamental de las relaciones y la unidad del todo. Por lo tanto, existe una corriente descendente de energía originada fuera de nuestra vida planetaria: la afluencia de esta energía, su inevitable efecto y consecuencias, de acuerdo con la ley cíclica, a medida que actúa sobre el plano físico ha producido y produce los cambios que la humanidad observa con horror. Esto pone en conflicto inmediato el pasado con el futuro, con lo cual expreso la más profunda verdad esotérica que el género humano es capaz de captar; pone a la Gran Logia Blanca y a la Logia Negra en culminante lucha y abre la puerta a grandes energías antagónicas que podríamos denominar espíritu y materia, espiritualidad y materialismo o vida y muerte. En último análisis estas palabras significan tan poco como los términos bien y mal, que solo tienen cierto sentido para la conciencia humana y sus inherentes limitaciones. Cuando dichas energías descendentes atraviesan cualquiera de los principales niveles de conciencia, denominados planos, producen reacciones y respuesta dependientes del estado de la conciencia condicionadora, y (por extraño que parezca y resulte casi incomprensible) los efectos que producen en la Jerarquía son más compulsivos v trasmutadores que en la humanidad. Añadiré también que el descenso de la energía ha llegado al nivel más bajo, por lo tanto, está cambiando el cariz de la presente oportunidad. Las energías han pasado ya lo que podríamos denominar punto decisivo y llegado al punto de ascensión, con todo lo que la frase implica. Cuando descienden producen estimulación; cuando ascienden transmutación y abstracción, siendo un efecto tan inalterable como el otro. La esperanza del futuro depende de la inevitabilidad de la ascensión de las energías y sus efectos; nada puede detener su regreso y progreso, a través de los planos, a su fuente de origen. Sobre este doble proceso de descenso y ascenso descansa todo el panorama cíclico de la manifestación y de la afluencia y actividad de las nuevas y elevadas energías, depende todo el proceso evolutivo. Será evidente, por lo tanto, que el descenso de energía trae consigo -de acuerdo a la ley cíclica- ciertas "inspiraciones" nuevas; nuevas "semillas de esperanza" para el futuro y también a determinados Agentes activos, Quienes son y serán responsables de la tarea de preparación, fertilización y de todas las empresas de la nueva era. Dichas energías descendentes evocarán también fuerzas obstructivas, y aquí quisiera recordarles que las así denominadas fuerzas malignas obstructivas se las enfrenta en los niveles espirituales más elevados, porque a su vez son evocadas por el impelente impacto del futuro Avatar, Cuya "nota se oye antes que Él, y Su energía se despliega ante Él". Éste es un gran misterio que sólo podrá ser comprendido (aunque en forma meramente teórica) si se tiene en cuenta que todos nuestros planos -incluso los más elevados- son subplanos del plano físico cósmico. Cuando este hecho sea parcialmente captado se simplificará el pensamiento. Como consecuencia de todo ello se están llevando a cabo grandes y fundamentales reajustes en la Jerarquía misma y también en la zona intermediaria de la conciencia divina, a la que denominamos (en lo que concierne a la humanidad) Tríada espiritual -zona abarcada por los planos mentales superiores, los niveles búdico y átmico de percepción y actividad divinas. El descenso del estímulo avatárico, permite a ciertos Maestros recibir mucho antes una iniciación mayor, que de otra manera no hubiera sido posible. De este modo está en marcha un gran proceso de ascensión y realización espirituales, aunque por ahora sólo se puede percibir su tenue comienzo a causa de la intensidad del conflicto. De allí que numerosos discípulos en probación se encaminen hacia las filas de los discípulos aceptados, recibiendo muchos de ellos la iniciación. En esta conmoción jerárquica -que intensifica y va paralela a la conmoción en el plano físico- se hallará el origen del proceso de preparación que he instaurado entre algunos discípulos, acelerando así el período y etapa de realización, siempre que me presten la colaboración debida. (Discipulado en la Nueva Era, Tomos I y II). Respecto a la Jerarquía misma, hablando esotérica y técnicamente, muchos de sus Miembros "están siendo retirados del punto medio de santidad y absorbidos en el Concilio del Señor". En otras palabras, pasan a un trabajo superior, convirtiéndose en custodios de la energía de la voluntad divina y no simplemente en custodios de la energía del amor. De allí en adelante actuarán como unidades de poder, no sólo como unidades de luz. Su trabajo se hace dinámico en vez de atractivo y magnético, y concierne al aspecto vida y no únicamente al aspecto alma o conciencia. Sus lugares son ocupados –de acuerdo a la Ley de Ascensión- por sus discípulos avanzados, los iniciados que pertenecen a Sus ashramas, y (de acuerdo a este mismo gran proceso) el lugar de dichos iniciados, "ascendidos" a trabajos más importantes, son ocupados por discípulos y probacionistas. Ésta es la verdad, mal interpretada y terriblemente tergiversada, que se halla detrás de la enseñanza acerca de los denominados Maestros Ascendidos, impartida por los dirigentes del movimiento "Yo soy", que han prostituido y hecho descender, casi a niveles de comedia barata, a uno de los acontecimientos más notables habidos en nuestro planeta. Tenemos, por lo tanto debido a la afluyente energía proveniente de fuentes extraplanetarias, un cambio general en el enfoque de la conciencia de las vidas encarnadas y desencarnadas. Dicho cambio es uno de los principales factores que causan los trastornos actuales. Los estudiantes buscan en el pasado y en la relación kármica, las causas que inducen los móviles humanos, y a ello le agregan el denominado factor de maldad. Lógicamente esos factores existen, tienen un origen más insignificante y son inherentes a la vida de los tres mundos. Originan en factores mucho más profundamente arraigados, latentes en la relación espíritu y materia e inherentes al dualismo del sistema solar, pero no a su triplicidad. Este dualismo, en lo que a nuestro planeta respecta, es hondamente afectado por la voluntad-propósito del Señor del Mundo y por la intensidad de Su pensamiento centralizado. Ha logrado alcanzar un punto de tensión, preliminar a los estupendos cambios que se producirán en la expresión de Su vida, dentro de Su vehículo de manifestación, un planeta. En esta etapa invocadora serán evocados grandes acontecimientos, lo cual involucrará cada aspecto de Su naturaleza, incluyendo la física densa. Todo ello, por lógica implicará también lo concerniente a la familia humana, porque "en Él vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser". Estas tres palabras o frases, expresan la triplicidad de la manifestación, porque "Ser" significa aspecto espíritu, "nos movemos", el alma o aspecto conciencia, y ''vivimos” significa la apariencia en el plano físico. En ese plano exterior tenemos la fundamental síntesis de la vida encarnada. Es evidente que al lograr la tensión planetaria, el reino de la actividad jerárquica, y no la vida en los tres mundos, constituye la esfera de dicha tensión. El cambio resultante de este punto de tensión, el "movimiento" con su consecuencia, se produce en el reino de la experiencia y percepción del alma. Se puede observar un efecto secundario en la conciencia humana en el reconocimiento de los valores espirituales por parte de los hombres, las tendencias e ideologías que aparecen en todas partes y las claras líneas demarcatorias surgidas en la región de los propósitos y objetivos humanos. Todo ello es el resultado de grandes cambios efectuados en el campo de la conciencia superior, condicionados por el alma de todas las cosas tienen lugar mayormente en el reino del anima mundi, y el alma humana y el alma espiritual, son sólo aspectos o expresiones de esa gran totalidad Los cambios que ocurren en las "mutables y cambiantes realidades" de la conciencia del alma y de la percepción espiritual de los Miembros de la Jerarquía, son responsables de las nuevas tendencias de la vida del espíritu de los nuevos métodos de entrenamiento de discípulos -como, por ejemplo, el experimento de la exteriorización de los ashramas de los Maestros. Este nuevo acercamiento a las condiciones de la vida, como resultado de la afluencia de nuevas energías, está produciendo la tendencia universal hacia la percepción grupal, cuyo resultado más elevado permitirá a la familia humana dar el primer paso hacia la iniciación grupal. Hasta el presente nunca se había hablado de la iniciación grupal, excepto en conexión con las iniciaciones superiores que emanan del centro Shamballa. La iniciación grupal tiene como fundamento una unida y uniforme voluntad grupal, dedicada al servicio de la humanidad, basándose en la lealtad, colaboración e interdependencia. En el pasado se ha dado importancia al individuo, su entrenamiento y acercamiento a la iniciación y su solitaria aceptación en el templo de la Iniciación. Pero, en el futuro, esta concentración individual cederá su lugar a una condición grupal que permitirá a varios discípulos progresar en conjunto, llegar ante el Iniciador y simultáneamente lograr esa gran comprensión, exitoso resultado y recompensa del discipulado. En la primera tesis que presenté al público delineé las Reglas para Aspirantes (Iniciación Humana y Solar), resumiendo las proposiciones anteriores y la preparación y requerimientos individuales. Estas reglas son ahora aplicables a los grupos de discípulos en probación y no a los discípulos aceptados. Deben ser y serán la característica y el objetivo purificador del individuo consagrado, considerándose que la humanidad las ha captado adecuadamente; han sido postuladas por todas las grandes religiones durante el transcurso de los siglos, y reconocidas como las principales cualidades condicionantes de todos los discípulos. Estas Reglas o Fórmulas de Acercamiento, son analogías inferiores de reglas superiores, las cuales han de comprometerse a cumplir, seguir y obedecer juntos, los grupos de discípulos. La Jerarquía en que ingresarán, después de la debida prueba y aceptación, será la misma, pero caracterizada por idéntica percepción egoica, animada por una similar actividad espiritual, funcionando de acuerdo a leyes análogas, pero condicionada por dos desarrollos progresivos y evolutivos: 1.
Contacto más estrecho -invocador y evocador- con Shamballa, por
lo tanto, mayor respuesta al aspecto Voluntad de la divinidad. En realidad esto significa que la Jerarquía estará en relación más estrecha con el Gran Concilio de Shamballa y más íntimamente interrelacionada con la humanidad, de manera que tendrá lugar una doble fusión, produciendo el proceso integrador, cualidad de la nueva era, y la inauguración de la etapa acuariana de la historia planetaria. Aquí pondré en relación más estrecha las Reglas para Aspirantes y Reglas para Discípulos impartidas anteriormente, incorporando la nueva actividad grupal y el discipulado grupal, lo cual dará por resultado la iniciación grupal. Las reglas son catorce. Hoy daré primero la regla para el discípulo individual y su correspondiente regla superior para los grupos que se preparan para la iniciación grupal, recordándoles que estos grupos siempre están compuestos por quienes han recibido ya la primera iniciación, y son legión. Se hallan en todos los países. Sin embargo no son muchos quienes están preparados para la nueva era de iniciación grupal.
Regla Uno. Para Aspirantes: Que el discípulo investigue dentro de la profunda caverna del corazón. Si allí arde intensamente el fuego, dando calor a su hermano pero no a sí mismo, ha llegado el momento de solicitar autorización para presentarse ante el portal. Para Discípulos e Iniciados: Que el grupo permanezca dentro del fuego de la mente, enfocado en la clara luz de la cabeza. La tierra ardiente ha realizado su trabajo. La clara y fría luz resplandece y, siendo fría, sin embargo el calor -evocado por el amor grupal- permite una cálida exteriorización energética. Detrás del grupo queda el Portal. Ante él se abre el Camino. Que el grupo de hermanos siga adelante unido. Que salga del fuego, penetre en el frío y vaya hacia una nueva tensión.
Regla Dos. Para Aspirantes: Cuando la solicitud ha sido presentada en triple forma, que el discípulo la retire y olvide que la ha presentado. Para Discípulos e Iniciados: La Palabra ha sido pronunciada desde el gran punto de tensión: Aceptado como grupo. Que no retire su solicitud. No podría hacerlo aunque quisiera, pero debe presentar tres grandes demandas y seguir adelante. Que no guarde recuerdos, sin embargo, que rija la memoria. Que actúe desde el centro de todo lo que está dentro del contenido de la vida unida del grupo.
Regla Tres. Para Aspirantes: Triple debe ser el llamado, tomando mucho tiempo su enunciación. Que el discípulo emita su llamado a través del desierto, sobre los mares y a través de los fuegos que lo sepa¬ran del Portal oculto y velado. Para Discípulos e Iniciados: Dual es el movimiento hacia adelante. El Portal queda atrás. Esto es un acontecimiento pretérito. Que surja el grito invocador desde el profundo centro de la clara y fría luz del grupo. Que evoque respuesta del lejano y brillante centro. Cuando la demanda y la respuesta se pierden en un gran SONIDO, que salga del desierto, abandone los mares y sepa que Dios es Fuego.
Regla Cuatro. Para Aspirantes: Que el discípulo se ocupe de evocar el fuego, nutrir las vidas menores y mantener así girando la rueda. Para Discípulos e Iniciados: Que el grupo se ocupe de apagar los dieciocho fuegos y de que las vidas menores retornen al depósito de la vida. Debe realizarlo evocando la Voluntad. Las ruedas menores nunca deben girar en el tiempo ni en el espacio. Sólo la Rueda mayor debe girar y avanzar. Regla Cinco. Para Aspirantes: Que el aspirante procure que el Ángel solar atenúe la luz de los ángeles lunares, permaneciendo como única luminaria en el cielo microcósmico. Para Discípulos e Iniciados: Que el grupo perciba al unísono el fulgor de la Tríada, que atenúa la luz del alma y apaga la luz de la forma. El Todo macrocósmico es lo único que existe. Que el grupo perciba el Todo y después no piense más en "tu alma y mi alma". Regla Seis. Para Aspirantes: Los fuegos purificadores arden tenuemente cuando el tercero es sacrificado al cuarto. Por lo tanto, que el discípulo se abstenga de quitar la vida y que nutra lo más inferior con el producto del segundo. Para Discípulos e Iniciados: Que el grupo sepa que la vida es una y nada puede tocar ni quitar esa vida. Que el grupo conozca la vívida, flamígera y saturante Vida que anega al cuarto, cuando se conoce el quinto. El quinto se nutre del cuarto. Que el grupo -fusionado en el quinto- sea nutrido entonces por el sexto y el séptimo, y que comprenda que las reglas menores son reglas en tiempo y espacio y no pueden retener al grupo. Éste sigue adelante en la vida.
Regla Siete. Para Aspirantes: Que el discípulo dirija su atención a la enunciación de esos sonidos que repercuten en el aula donde deambula el Maestro. Que no emita las notas menores que inician la vibración dentro de las aulas de maya. Para Discípulos e Iniciados: Que la vida grupal emita la Palabra de invocación y así evoque respuesta de los ashramas distantes donde actúan los Chohanes de la raza humana. Ya no son hombres como los Maestros, sino que han pasado más allá de esa etapa menor y se han vinculado con el Gran Concilio en el lugar Secreto más elevado. Que el grupo entone un doble acorde; que resuene en las aulas donde actúan los Maestros; que en él haya pausas y prolongaciones dentro de esas fulgurantes aulas donde actúan las Luces que cumplen la Voluntad de Dios.
Regla Ocho. Para Aspirantes: Cuando el discípulo se acerca al Portal, los siete mayores deben despertar y evocar, sobre el doble círculo, respuesta de los siete menores. Para Discípulos e Iniciados: Que el grupo evoque dentro de sí mismo respuesta a los siete grupos mayores que, con amor y comprensión, llevan a cabo la voluntad jerárquica. El grupo contiene a los siete, siendo el grupo perfecto. Los siete menores, los siete mayores y los siete planetarios, forman un gran todo, y el grupo debe conocerlos. Cuando esto se conozca y se entienda la Ley de los Siete Complementarios, que el grupo comprenda a los tres y luego al UNO. Pueden hacerlo por el aliento unido y el ritmo unificado.
Regla Nueve. Para Aspirantes: Que el discípulo se fusione dentro del círculo de los demás yoes. Que se fusionen en un sólo color y aparezca su unidad. Sólo cuando el grupo es conocido y presentido, la energía puede emanar sabiamente. Para Discípulos e Iniciados: Que el grupo sepa que no existen otros yoes. Que el grupo sepa que no existe color sino luz, entonces que la oscuridad ocupe el lugar de la luz, ocultando todas las diferencias, eliminando todas las formas. Luego -en el lugar de tensión y en ese punto más oscuro- que el grupo vea un punto de fuego claro y frío y que en ese fuego (exactamente en su mismo corazón) aparezca el Iniciador Uno, Cuya estrella brilló cuando fue traspuesto el primer Portal.
Regla Diez. Para Aspirantes: La Hueste de la Voz, los devas, en sus graduadas filas, trabajan incesantemente. Que el discípulo se dedique a considerar sus métodos; que aprenda las reglas por las cuales la Hueste trabaja dentro de los velos de maya. Para Discípulos e Iniciados: Ya han conocido y aplicado las reglas para trabajar dentro de los velos de maya. Que el grupo amplíe las rasgaduras de esos velos y permita así entrar la luz. Que la Hueste de la Voz no se haga oír y que los hermanos sigan adelante dentro del Sonido. Que entonces conozcan el significado del O.M. y oigan ese O.M. tal como lo emite Aquel que permanece y espera en el centro mismo de la Cámara del Concilio del Señor.
Regla Once. Para Aspirantes: Que el discípulo transfiera el fuego desde el triángulo inferior al superior y preserve aquello que es creado por el fuego en el punto medio. Para Discípulos e Iniciados: Que el grupo en conjunto traslade a la Tríada el fuego que se halla dentro de la Joya en el Loto, y que luego descubra la Palabra que llevará a cabo esa tarea. Que, mediante su Voluntad dinámica, destruya lo que ha sido creado en el punto medio. Cuando los hermanos, en el cuarto gran ciclo de realización, hayan logrado el punto de tensión, entonces el trabajo será realizado.
Regla Doce. Para Aspirantes: Que el discípulo aprenda a utilizar su mano para servir; que busque en sus pies la marca del mensajero; que aprenda a ver con el ojo que observa, situado entre los dos ojos. Para Discípulos e Iniciados: Que el grupo sirva como indica Acuario; que Mercurio apure al grupo en el Camino ascendente; que Tauro traiga la iluminación y la obtención de la visión; que la marca del Salvador, a medida que el grupo se afana en Piscis, sea vista por encima del aura del grupo.
Regla Trece. Para Aspirantes: El discípulo debe aprender y comprender cuatro cosas antes de serle revelado el misterio más recóndito: primero, las leyes que rigen aquello que irradia; segundo, los cinco significados de la magnetización; tercero, la transmutación o el secreto perdido de la alquimia, y, por último, la primer letra de la Palabra impartida o el oculto nombre egoico. Para Discípulos e Iniciados: Que el grupo esté dispuesto a revelar el misterio oculto. Que el grupo demuestre el significado superior de las lecciones aprendidas, aunque cuatro, es una sola. Que el grupo comprenda la Ley de Síntesis, de unidad y de fusión; que el triple método para trabajar con lo dinámico, lleve al grupo hacia los Tres Superiores donde reina la Voluntad de Dios; que la Transfiguración siga a la Transformación y que desaparezca la Transmutación. Que el O.M. sea oído en el centro mismo del grupo, proclamando que Dios es Todo. Regla Catorce. Para Aspirantes: Escuchen, toquen, vean, apliquen, conozcan. Para Discípulos e Iniciados: Conozcan, expresen, revelen, destruyan y resuciten. Éstas son las reglas para la iniciación grupal, y las he considerado a fin de darles una mayor comprensión de las leyes para la Vida Grupal, de las cuales me ocupé en otros libros. Tomaré dichas reglas, elaboraré en cierta medida su significado e indicaré su significación hasta donde sea posible captarla ahora. Estas instrucciones han sido escritas para los futuros discípulos, al finalizar el siglo actual. Forman parte del último tomo de Tratado sobre los Siete Rayos, y por lo tanto serán dadas al público, que no las comprenderá, pero será así preservada la enseñanza necesaria. *Esta enseñanza es continuación de la dada en Discipulado en la .Nueva Era, T. I,
Las reglas son, sin embargo, diferentes y constituyen el resultado de la experiencia comprobada y de milenarias empresas, y -sin asumir la forma de leyes ni las limitaciones de un mandato- las reconocen aquellos para los cuales han sido creadas, evocando una rápida e intuitiva respuesta. No es necesario, exigir su cumplimiento, sino ser aceptadas y puestas a prueba voluntariamente, teniendo fe en la evidencia del pasado y en el testimonio de la épocas, pues justifican el esfuerzo necesario para los requerimientos expresados. Esto es verdad respecto a las catorce reglas que vamos ahora a estudiar. Quisiera recordarles que sólo un iniciado consciente puede comprender verdaderamente su significación, y también que todo esfuerzo por comprender, desarrollará en ustedes comienzo de esa conciencia iniciática, siempre y cuando traten de poner en práctica y aplicar dichas reglas voluntariamente en su vida diaria. Pueden ser aplicadas de tres maneras -física, emocional y mentalmente- y una cuarta que puede ser mejor descrita con las palabras: "la respuesta, de la personalidad integrada, a la interpretación y comprensión del alma." Otro punto, sobre el cual quisiera llamarles la atención antes de abocarnos a la interpretación de esta regla, es que deben buscar la aplicación grupal, el significado grupal y la luz grupal. Acentúo enfáticamente las palabras "luz grupal". Por lo tanto, se trata de algo básicamente nuevo en el campo de la enseñanza esotérica, y la dificultad de comprenderlo inteligentemente es muy grande. Los verdaderos significados no son tan sencillos como parecen superficialmente. Las palabras de estas reglas parecerían vulgarmente familiares. Si significaran exactamente lo que aparentan, no sería necesario sugerirles las significaciones e ideas subyacentes. Pero no son tan simples. En resumen: las reglas deben ser leídas con la ayuda del sentido esotérico en desarrollo; se relacionan con la iniciación grupal, a pesar de que son aplicables individualmente; no son lo que aparentan ser superficialmente -verdades espirituales trilladas y estereotipadas- sino reglas para la iniciación que, si se cumplen, llevarán al discípulo y al grupo a través de una gran experiencia espiritual; personifican las técnicas de la nueva era, las cuales necesitan actividad y procedimientos grupales y acción conjunta. Anteriormente dije que estas reglas son el resultado de la experiencia comprobada, y mi empleo de la palabra "nuevo", a este respecto, se refiere al conocimiento humano y no al proceso iniciático, que siempre ha existido; invariablemente, durante las grandes crisis iniciáticas, los discípulos han avanzado en grupos, aunque no se hayan dado cuenta. Ahora los discípulos pueden ser conscientes de esto y los diversos ashramas de rayo no sólo podrán presentar los grupos (grandes o pequeños) al Iniciador, sino que los miembros de dichos grupos serán ahora conscientes de la realidad de la presentación grupal. Además deberán captar el hecho de que la amplitud de su conocimiento depende de su descentralización. Les pediré que cavilen y reflexionen sobre este último enunciado. Ahora consideraremos la Regla Uno. Regla Uno Que el grupo permanezca dentro del fuego de la mente, enfocado en la clara luz de la cabeza. La tierra ardiente ha realizado su trabajo. La clara y fría luz resplandece y, siendo fría, sin embargo el calor -evocado por el amor grupal- permite una cálida exteriorización energética. Detrás del grupo queda el Portal. Ante él se abre el Camino. Que el grupo de hermanos siga adelante unido. Que salga del fuego, penetre en el frío y vaya hacia una nueva tensión. Sería conveniente tomar cada frase de esta regla y tratar de extraer de cada una su significado grupal. 1. Que el grupo permanezca dentro del fuego de la mente, enfocado en la clara luz de la cabeza. En esta frase tenemos la idea de percepción intelectual y unidad enfocada. Percepción intelectual no es comprensión mental, sino que en realidad es la razón fría y clara, el principio búdico en acción y la enfocada actitud de la Tríada espiritual en relación con la personalidad. Llamaré la atención sobre las analogías siguientes: Cabeza
Mónada Atma Propósito Por lo tanto tenemos en estas palabras, la posición de la personalidad indicada cuando permanece en el punto de penetración del antakarana al establecer contacto con manas o mente inferior, constituyéndose así en agente del propósito de la mónada, actuando por medio de la Tríada espiritual que -como bien saben- el antakarana relaciona con la personalidad. El corazón como aspecto de la razón pura requiere una cuidadosa consideración. Generalmente es considerado el órgano del amor puro, pero -desde el ángulo de la ciencia esotérica- el amor y la razón son términos sinónimos y quisiera que reflexionaran por qué ello es así. Amor es esencialmente una palabra para definir el móvil subyacente en la creación. Sin embargo móvil presupone el propósito que conduce a la acción, por eso durante la tarea, en la vida grupal de la mónada encarnada, llega el momento en que el móvil (corazón y alma) ya no tiene valor espiritual, porque el propósito ha llegado a un punto de realización y la actividad puesta en movimiento es tal, que el propósito no puede ser detenido ni demorado. Nada podrá impedir al discípulo, y ningún obstáculo o dificultad será suficientemente fuerte para evitar su progreso. Entonces se producirá, eventualmente, la destrucción de lo que los teósofos denominan cuerpo causal y el establecimiento de una relación directa entre la mónada y su expresión tangible en el plano físico. El centro coronario y el centro en la base de la columna vertebral estarán sin obstáculos en directa relación; la voluntad monádica y la voluntad de la personalidad estarán sin obstáculos en análoga relación por intermedio del antakarana. Deben recordar que el aspecto voluntad es el principio que predomina finalmente. En la aplicación grupal de estas ideas ha de tener lugar el mismo fundamental y profundo desarrollo. Un grupo de discípulos debe caracterizarse por la razón pura, la cual paulatinamente reemplazará al móvil, fusionándose oportunamente con el aspecto voluntad de la mónada -su principal aspecto. Técnicamente hablando Shamballa está en relación directa con la humanidad. Por lo tanto, ¿cuál es la voluntad grupal de cualquier ashrama o grupo de un Maestro? ¿Existe ésta en forma suficientemente vital como para condicionar las relaciones grupales y unir a sus miembros en un grupo de hermanos -que avanzan hacia la luz? La voluntad espiritual de las personalidades individuales ¿tiene la fuerza suficiente para anular la relación de la personalidad y conducir al reconocimiento, la interacción y la relación espirituales? Sólo teniendo en consideración estos efectos fundamentales, de permanecer como grupo en "la clara luz de la cabeza", se les permite a los discípulos introducir sensibilidades y pensamientos personales, debido a las temporarias limitaciones del grupo. En consecuencia, ¿qué impide al discípulo -como individuo- establecer un acercamiento y contacto directo con el Maestro, sin depender de un intermediario? Permítanme ilustrar: En el grupo bajo mi entrenamiento (Discipulado en la Nueva Era, Tomos I y II), hay dos o tres miembros que tienen un acercamiento directo y otros que lo tienen y no lo saben; aún otros son discípulos bien intencionados y esforzados, pero ni por un segundo se olvidan de sí mismos; uno de ellos tuvo el problema del espejismo y ahora está preocupado por el problema de la ambición espiritual -ambición espiritual actuando a través de una personalidad muy pequeña; algunos podrían progresar rápidamente, pero están propensos a la inercia -más bien diría que no les interesa mayormente. Cada uno de ellos (y cada discípulo) puede hallarse a sí mismo. Todos desean progresar y poseer una fuerte vida espiritual interna -por eso busco tiempo para trabajar con ellos. Pero el antakarana grupal no está completo y el aspecto razón pura y corazón no controla En consecuencia, el poder evocador de la Tríada espiritual no es adecuado para mantener firme a la personalidad; tampoco existe el poder invocador de la personalidad -hablando desde el ángulo de la personalidad grupal que forma el aspecto personalidad del ashrama. Ellos a menudo creen que este factor no debe preocuparme. Pero sólo llegará a ser poderoso si ciertas relaciones de la personalidad son reajustadas y vencen la inercia. Recién entonces "el grupo podrá permanecer".
Aquí pueden surgir malos entendidos. Para la mayoría de la gente la tierra ardiente representa una o dos cosas: a.
Que el fuego de la mente consume todas las cosas de la naturaleza
inferior, de las cuales se va dando cuenta. La tierra ardiente a que se refiere aquí es algo muy diferente. Cuando los brillantes rayos del sol son enfocados sobre un vidrio de aumento o a través de él, se puede producir fuego. Cuando la brillante luz de la mónada está enfocada directamente sobre la personalidad, por intermedio del antakarana, pero no específicamente a través del alma, produce un fuego intenso que consume, en constante y consecutivo proceso, todo cuanto obstaculiza. Empleando otras palabras, cuando el aspecto voluntad afluye desde la mónada y es enfocado a través de la voluntad de la personalidad (a medida que la mente capta y comprende), destruye como si fuera un fuego todos los elementos de la propia voluntad. A medida que la energía de Shamballa afluye externamente y establece contacto directo con la humanidad (sin ser trasmitida a través de la Jerarquía como habitualmente lo ha sido hasta ahora), tenemos lo que se ha presenciado hoy en el mundo, una conflagración destructora o una tierra ardiente mundial. Cuando el antakarana de un grupo ha sido correctamente construido, entonces la voluntad grupal individualizada desaparece en la plena conciencia del propósito monádico, o sea la límpida voluntad dirigida. El discípulo que se prepara para recibir la iniciación debe considerar estos puntos y también deben hacerlo los grupos o ashramas que se preparan para recibirla. El secreto de las iniciaciones reside en el empleo entrenado de la voluntad superior, no en la purificación o en la autodisciplina o en los medios empleados que sirvieron en el pasado de interceptores de la verdad. Todo el problema de la voluntad de Shamballa está en proceso de revelación, y en su oportunidad alterará totalmente el acercamiento del discípulo a la iniciación en la nueva era. El tema del "camino hacia Shamballa" requiere un estudio reflexivo y una comprensión esotérica. Este concepto de la nueva y futura sección (si puedo denominarla así) del Camino o Sendero, que enfrenta el discípulo moderno, encierra el secreto de la futura revelación y de la dispensación espiritual que emergerá cuando la humanidad construya la nueva civilización mundial y comience a dar forma a la nueva cultura. Los efectos consumidores purificadores y destructores, de la voluntad monádica, sobre su distorsionado reflejo, la voluntad individual, merecen una profunda consideración. Durante mucho tiempo los aspirantes han observado, o se les ha enseñado, los efectos que produce la voluntad sobre el cuerpo astral o emocional. Constituye una de las primeras y más elementales tensiones iniciales, y esto se enseña en el sendero de probación. Como resultado de su acción destructora conduce a la purificación y reorganización de la vida física y emocional. A los niños de la raza y a los principiantes, en el sendero de retorno consciente, les decimos "que piensen", "que apliquen un poco de voluntad" y "que recuerden que poseen una mente". Poco a poco el enfoque y la orientación se trasladarán de la vida astral y del nivel emocional de conciencia al mental y, en consecuencia, al reflejo en el mundo del propósito existente en los tres mundos. Cuando esa etapa ha sido más o menos alcanzada, le sigue, en el sendero del discipulado y de preparación para la iniciación, un esfuerzo por captar y comprender los aspectos superiores de este proceso mental y el aspecto voluntad de la vida egoica comienza a ejercer influencia sobre el discípulo. Se abren los "pétalos del sacrificio" y el aspecto del sacrificio sagrado de la vida es revelado en toda su belleza, pureza, simplicidad y en su cualidad revolucionaria. En el sendero de la Iniciación, la voluntad monádica (siendo su reflejo la voluntad egoica y su distorsión la propia voluntad individual) es trasmitida por intermedio del antakarana, gradual y directamente al hombre en el plano físico, lo cual produce la analogía superior de esas cualidades que el bien entrenado, aunque cerrado esoterista, denomina antojadizamente: transmutación y transformación. El resultado es asimilación de la voluntad egoica individual en el propósito de la mónada, propósito -indesviable e inalterable- de Aquel en quien vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser. Ésta es la tierra verdaderamente ardiente, pues nuestro "Dios es un fuego consumidor"; la zarza ardiente o árbol ardiente de la vida, del simbolismo bíblico. Los efectos de este fuego superior a todos, de esta tierra ardiente. profundamente espiritual, hasta ahora raras veces reconocida, están resumidos en la siguiente frase de la Regla Uno: 3. La clara y fría luz resplandece y, siendo fría, sin embargo el calor -evocado por el amor grupal- permite una cálida exteriorización energética. Estas palabras contienen la clave de la iniciación grupal. La luz de la iniciación superior puede afluir cuando es evocada por el amor grupal. Esta luz clara y fría genera el "calor" necesario, palabra simbólica empleada por la mayoría de las Escrituras del mundo para significar energía viviente y espiritual. He dicho "energía espiritual" y no fuerza egoica, y en ello reside la diferencia que algún día tendrán que captar. El amor grupal se basa en el aspecto egoico de la voluntad, al que denominamos "amor sacrificado". Ello no significa relaciones felices entre los individuos del grupo. Presumiblemente quizás conducirá a una desdichada interacción externa y superficial, pero básicamente lleva a una inalterable y firme lealtad, subyacente en la superficie de la vida externa. La influencia que ejerce el Maestro cuando trata de ayudar a Su discípulo, produce siempre un trastorno transitorio -transitorio desde el ángulo del alma, pero frecuentemente temible desde el ángulo de la personalidad. Análogamente, la proyección de la vida e influencia de cualquier discípulo avanzado, dentro de la periferia o aura de un aspirante o discípulo menos avanzado, resulta -dentro de su categoría- perturbadora e inquietante. Esto es algo que se debe tener muy en cuenta, tanto en lo que respecta a la propia reacción y entrenamiento del discípulo como a cualquier efecto que pudiera producir en la vida del discípulo en probación o menos avanzado, que esté en su propia esfera de influencia. Estas influencias intrusas, producidas por un Maestro o discípulo avanzado, y su consiguiente efecto sobre un individuo o grupo, se interpretan generalmente en términos de la personalidad, siendo muy poco comprendidas. Sin embargo constituyen aspectos de la voluntad superior de algún discípulo avanzado, que hacen impacto sobre la voluntad de la personalidad y evocan la voluntad sacrificada del ego o alma, originando así un período de malestar temporario. A causa de ello el aspirante y el discípulo inexperto se resienten, y culpan de su malestar a las fuerzas evocadoras, en vez de aprender la necesaria lección de recibir y manejar fuerza. No obstante, cuando hay verdadero amor, se reducirá la voluntad de la personalidad, se evocará la voluntad sacrificada del alma y se acrecentará constantemente la capacidad de identificar al grupo con la voluntad o propósito de la mónada. El progreso del grupo va, por lo tanto, de una tierra ardiente a otra -siendo cada una más fría y clara que la. precedente, produciendo consecuentemente el fuego ardiente, el fuego encendido, claro y frío, y el fuego divino consumidor. De esta manera la verdad es presentada en parábolas, y gradualmente el iniciado va captando la forma de emplear el calor, lo cálido, la luz y la energía; llega a comprender la propia voluntad, la voluntad sacrificada y el propósito de Shamballa; sólo el amor (el amor propio, el amor grupal y finalmente el amor divino) puede revelar el significado de estas palabras simbólicas y las paradojas esotéricas que enfrentan al verdadero aspirante cuando trata de hollar el sendero. A medida que proseguimos con el estudio de las reglas que deben cumplir quienes reciben entrenamiento iniciático, les recordaré ciertas cosas, algunas ya mencionadas, que requieren más énfasis. El valor de estas reglas dependerá para ustedes de la captación de unas pocas ideas básicas y luego de su conversión en hechos, hasta donde les sea posible. Ante todo llamaré la atención sobre cuál debe ser la actitud básica del iniciado en cierne: Tener un propósito, regido por la razón pura, desarrollándose como actividad espiritual. Ésta es una frase que se escribe fácilmente pero, específicamente, ¿qué les imparte? Permítanme ampliarla algo más. El iniciado en entrenamiento debe adoptar la actitud de correcto móvil espiritual -el móvil consiste en cumplir inteligentemente el aspecto voluntad de la divinidad o de la mónada. Esto involucra la fusión de la propia voluntad de la personalidad con la voluntad sacrificada del alma; una vez logrado, conducirá a la revelación de la Voluntad divina. Nadie que no sea un iniciado podrá formarse un concepto de esta Voluntad divina. Significa, en segundo término, el despertar de la facultad de percibir espiritualmente Y comprender intuitivamente, lo cual implica el rechazo de la actividad de la mente concreta o inferior, y del yo personal inferior, y la subordinación del aspecto conocimiento del alma a la clara y pura luz de la comprensión divina. Cuando ambos factores comiencen a entrar en actividad, tendremos la iniciación de una verdadera actividad espiritual en el plano físico, motivada desde la elevada fuente de la mónada y complementada por la razón pura de la intuición. Se evidenciará por consiguiente, que estas facultades espirituales superiores sólo pueden ser puestas en actividad cuando el antakarana o puente, comienza a desempeñar su parte. A ellos se debe la enseñanza que estoy impartiendo sobre la construcción del puente o arco iris. En realidad estas reglas constituyen grandes Fórmulas de Acercamiento, que indican también el acercamiento a un sector específico del sendero, pero no un acercamiento al Iniciador. Quisiera que reflexionen sobre esta diferencia. El "Camino hacia la Evolución Superior" se abre ante quien aspira a los Grandes Misterios, pero se siente perplejo al comienzo y a menudo surgen dudas en su mente acerca de cuál es la diferencia entre el progreso o evolución de la personalidad hacia la conciencia egoica Y de la índole del progreso que tiene por delante, que esencialmente es distinto al desenvolvimiento de la conciencia pura. ¿Captaron el hecho de que después de la tercera iniciación el iniciado ya no se ocupa para nada de la conciencia, sino de fusionar su voluntad individual con la voluntad divina? No se preocupa ya de acrecentar su sensibilidad al contacto ni de su respuesta consciente a las condiciones ambientales, sino de llegar a ser acrecentadamente consciente de la dinámica de la Ciencia del Servicio al Plan. Esta comprensión característica sólo podrá llegar cuando su personalidad fusionada, más la voluntad expresada por el alma, hayan desaparecido en la brillante luz del Propósito divino -propósito que no puede ser frustrado, aunque a veces sea demorado, como lo fue durante los últimos cincuenta y cinco años. (Esto fue escrito en febrero de 1943). Gran parte de lo antedicho no tendrá significado para ustedes, pues no han completado el contacto entre el alma y la personalidad ni comprendido aún las tres fases del aspecto voluntad en la manifestación: las de la Personalidad, del Ego y de la Mónada. Pero, como ya dije anteriormente, sólo escribo para esos discípulos e iniciados que vienen ahora a la encarnación y se hallarán en la plena flor de su conciencia y servicio al finalizar este siglo. Pero el esfuerzo que realicen para comprender, tendrá su efecto, aunque el cerebro no lo registre. En última instancia, estas Reglas o Fórmulas de Acercamiento conciernen principalmente al aspecto vida o shambállico. Son las únicas fórmulas o técnicas personificadas que existen, conteniendo la cualidad que permitirá al aspirante comprender y oportunamente expresar el significado de las palabras de Cristo: "Vida más abundante". Dichas palabras se refieren al contacto con Shamballa, cuyo resultado será la expresión del aspecto voluntad. Todo el proceso de invocación y evocación está ligado a esa idea. El factor invocador constituye siempre el aspecto menor y es la ley inalterable que se halla detrás de todo el proceso evolutivo. Necesariamente es un proceso recíproco y podría decirse a grande rasgos que, en tiempo y espacio, lo menor siempre invoca lo mayor, siendo evocados los factores superiores que responden de acuerdo al grado de comprensión y tensión dinámica, desplegados por el elemento invocador. La mayoría no llega a comprender esto. No se empeñan en desarrollar el proceso evocador. Esa palabra sólo significa la respuesta de aquello con lo que se ha hecho contacto. La tarea del grupo o aspecto menor, es invocadora, y al éxito del rito invocador se lo denomina evocación. Por lo tanto, cuando la vida sea fundamentalmente invocadora, entonces se producirá la evocación de la voluntad. Será realmente invocadora sólo cuando la personalidad y el alma se fusionen y actúen como una unidad conscientemente fusionada y enfocada. En el siguiente punto expondré que estas Fórmulas de Acercamiento o Reglas, conciernen al desenvolvimiento de la conciencia grupal, porque únicamente en forma grupal se puede extraer, por ahora, fuerza volitiva de Shamballa. De acuerdo a la nueva dispensación iniciática, de nada sirven al individuo; sólo el grupo, guiado por el nuevo sistema de actuación y de iniciación grupales propuestos, es capaz de invocar a Shamballa. Por esta razón Hitler, exponente de la reacción contraria a Shamballa (y en consecuencia la reacción maligna), tuvo que reunir a su alrededor un grupo de personas o personalidades, que poseían ideas análogas. En el arco superior del ciclo evocador (Hitler es la expresión del arco invocador de la fuerza de Shamballa) se requiere un grupo para lograr la evocación. Llegamos ahora al tercer punto relacionado con las Reglas o Fórmulas, y su finalidad. Conciernen -por encima de todo- a la iniciación grupal. Tienen otras aplicaciones, pero por el momento su utilidad reside en que son aplicables aquí. Quizás se pregunten: ¿Qué es la iniciación grupal? ¿Significa que cada miembro del grupo recibe la iniciación? ¿Puede una persona ejercer una influencia tan amplia capaz de detener, demorar y hasta evitar (en tiempo y espacio) la iniciación grupal? No es necesario que todos los miembros del grupo hayan recibido la misma iniciación. Con esto quiero significar que no se requiere un mismo desarrollo grupal para la iniciación simultánea de todos los miembros. Lo que estoy tratando de decir, acerca de estas reglas, se relaciona básicamente con la tercera iniciación -la iniciación de la personalidad integrada. No obstante, están necesariamente vinculadas a la segunda iniciación, siendo en consecuencia de mayor interés general, pues es la iniciación que enfrentan hoy innumerables aspirantes -demostración de que la formidable naturaleza emocional ha sido controlada. Les encarezco reflexionar largamente sobre el punto que acabo de presentar. La iniciación grupal significa que los miembros del grupo se hallan debidamente orientados están dispuestos a aceptar la disciplina, la cual los preparará para la siguiente gran expansión de conciencia, y que ninguno de ellos se desviará de su propósito (observen esa palabra en sus implicaciones shambállicas o de primer rayo), no importa lo que está sucediendo en su medio ambiente o vida personal Deben reflexionar sobre ello si quieren lograr el progreso necesario. En estas breves instrucciones, cuyo objetivo es sólo presentar "indicaciones experimentales" (observen esta frase), no es necesario exponer detalles explícitos. De todas maneras, si las Fórmulas o Reglas no aparecen intuitivamente claras en la mente, cualquier cosa que yo pudiera decir sólo obstaculizaría y frustraría mi propósito. En definitiva, estas Fórmulas o Reglas son susceptibles de una triple aplicación o interpretación, y quisiera que lo recuerden, porque con ello descubrirán dónde está el foco de su atención individual y en consecuencia si están actuando como personalidad integrada. Recuerden siempre que sólo una personalidad integrada puede lograr el necesario enfoque egoico. Este requisito es fundamental. Las tres maneras de aplicar estas reglas son: física, emocional y mentalmente. Estas palabras en su más simple acepción, se refieren realmente a la tarea de obtener cualquiera de las iniciaciones superiores. La única forma en que se podrá percibir verdaderamente su significación, será captando los significados siguientes: 1. La aplicación física se refiere a la forma en que el grupo emplea el conocimiento impartido y la información intuitivamente percibida, a fin de satisfacer constructivamente las necesidades del grupo mayor, del cual el grupo mismo forma parte. La consumación de este ideal lo tenemos en la actividad de la Jerarquía misma que, desde un punto a otro de progreso, se halla en función de intérprete intuitiva y de transmisora de fuerza entre lo centros Shamballa y Humanidad. El iniciado individual, encaminado hacia cualesquiera de las iniciaciones superiores, tiene que desempeñar en menor grado la misma función dual, y con ello capacitarse para colaborar más ampliamente. 2. La aplicación emocional concierne definidamente al mundo de significados, interpretado en sentido grupal. En la actualidad los aspirantes sinceros se sienten satisfechos si son capaces de interpretar los acontecimientos, las condiciones y las eventualidad de su personalidad en su verdadero significado. Pero esto aún sigue siendo una reacción individual. El aspirante que está tratando de comprender estas reglas se interesa más por ver las situaciones que enfrenta en términos del mundo, y en buscar su significado en términos de significación grupal. Ello sirve para descentralizarse e impartir a su conciencia algún aspecto de ese todo mayor, lo cual, a su vez, contribuye a expandir la conciencia de toda la humanidad. 3. La aplicación mental debe ser entendida y considerada en términos de la "gran luz". Debe recordarse que la mente es el órgano de iluminación. Por lo tanto podrían preguntarse: ¿Los procesos mentales unidos de todo el grupo tienden a arrojar luz sobre los problemas y situaciones humanas? ¿Hasta qué punto puede ayudar la luz de un miembro del grupo en este proceso? ¿Cuánta luz pueden ustedes, individualmente, registrar y por lo tanto contribuir a la luz mayor? ¿La luz grupal es sólo una vacilante llama, o un ardiente sol? Tales son algunas de las implicaciones detrás del empleo de estas palabras familiares, y la cuidadosa consideración de su significado podría traer una definida expansión de conciencia. Dicha expansión se produce normalmente después de ciertas etapas claras y definidas: 1.
El reconocimiento de la meta, frecuentemente denominada "el
portal". El portal permite entrar en un lugar que no es más
grande que el que ocupa de pie el iniciado en cierne. Esta aclaración
se refiere al "portal de la encarnación", a través del
cual las almas en encarnación entran en la vida (limitada y restringida
desde el ángulo del alma). El portal de la iniciación permite pasar
a "una habitación mayor" o esfera de más amplia expresión. La "luz clara y fría" es la luz de la razón pura, de la infalible e intuitiva percepción, y debido a su incesante, intensa y reveladora luz, constituye, por sus efectos, una prueba mayor. El iniciado descubre las profundidades del mal y al mismo tiempo lo seducen las cumbres de un creciente sentido de la divinidad. La luz clara y fría revela dos cosas: A. La omnipresencia de Dios en toda la naturaleza y, por lo tanto, en toda la vida de la personalidad del iniciado o del grupo iniciado. Cae la venda de los ojos, produciendo –paradójicamente- la "oscura noche del alma" y un sentido de soledad y desamparo. Esto llevó (en el caso de Cristo, por ejemplo) al terrible momento en el Huerto de Getsemaní que culminó en la Cruz, entonces la voluntad del alma personalidad chocó con la divina voluntad de la Mónada. La revelación que tuvo el épico iniciado de haber sido separado de la Realidad Central, y todas las implicaciones derivadas, se reproduce en quien trata de permanecer como "unidad aislada", denominada así por Pantanjali (2) La omnipresencia de la divinidad en todas las formas se derrama sobre la conciencia del iniciado, y el enigma tiempo, espacio y electricidad, queda develado. El efecto principal de esta revelación (antes de la tercera iniciación) consiste en que lleva al discípulo a comprender la "gran herejía de la separatividad", cuando se centraliza en él mismo, o sea el dividuo aislado y plenamente consciente -consciente de su pasado, y ahora de su rayo y poder condicionante, enfocado en su propia aspiración, aunque todavía forma parte de toda la naturaleza. Desde ese momento en adelante sabe que sólo existe la divinidad y lo aprende por la revelación de la separatividad inherente a la vida de la forma por los procesos de la "oscura noche del alma" y la lección culminante sobre la significación del aislamiento y del proceso liberador, que produce La fusión en la unidad mediante la emisión del sonido, el grito, la invocación, tal como fue simbolizado por el grito de Cristo en la Cruz. Sus exactas palabras no han sido trasmitidas a nosotros. Varían para cada rayo, pero todas llevan el reconocimiento de esta divina fusión, donde los velos separadores son "rasgados de arriba abajo" -como lo expresa El Nuevo Testamento. B. La omniciencia del Todo divino llega también a conocimiento del iniciado por intermedio de luz clara y fría, terminando para siempre fases de la "experiencia aislada", como a veces se la denomina esotéricamente. Quisiera que comprendan lo que posiblemente podría significar esto a sus conciencias actuales. Hasta hoy, el discípulo iniciado ha actuado como una dualidad y fusión de la energía egoica y la fuerza de la personalidad. Ahora estas formas de vida le quedan reveladas tal como esencialmente son y sabe que -en su carácter de agentes rectores y de dioses transitorios- ya no lo dominan. Gradualmente se traslada a otro aspecto divino, llevando consigo todo lo adquirido durante épocas de estrecha relación e identificación con el tercer aspecto, la forma, y el segundo aspecto, la conciencia. Le embarga una sensación de despojo, abandono y soledad, cuando se da cuenta que el control que ejercen la forma y el alma deben también desaparecer. En esto reside la agonía producida por el aislamiento y la insoportable sensación de soledad. No obstante, las verdades reveladas por la luz clara y fría, no le dejan otra alternativa. Debe abandonar todo cuanto lo separa de la Realidad Central; debe adquirir vida, "vida más abundante". Esto constituye la prueba suprema durante el ciclo de vida de la Mónada encarnada; "cuando el corazón mismo de esta experiencia penetra en el corazón del iniciado, entonces, a través de ese corazón, se exterioriza en una plena expresión de la vida". El Antiguo Comentario así lo expresa, y no puedo explicarles la idea de otra manera. La experiencia sufrida no tiene relación con la forma ni está vinculada con la conciencia ni tampoco con la sensibilidad síquica superior. Consiste en la identificación pura con el propósito divino. Ello es factible porque la propia voluntad de la personalidad y la voluntad iluminada del alma han sido abandonadas.
4. Detrás del grupo queda el Portal. Ante él se abre el Camino. Observen que este párrafo invierte el orden usual, porque hasta ahora los libros ocultistas han explicado que el Portal de la Iniciación se halla siempre delante del iniciado. Pasa por una puerta tras otra, hacia una mayor experiencia y expansión de conciencia. Pero después de las dos primeras iniciaciones esto no constituye el conocimiento para la conciencia iniciática, sino sólo lealtad a una antigua forma simbólica con las limitadas verdades que implica. Recordaré que la Jerarquía considera que la tercera iniciación es la primera y principal y las iniciaciones primera y segunda son las iniciaciones en el umbral. Para el conjunto de la humanidad, las dos primeras iniciaciones constituirán durante mucho tiempo las principales experiencias iniciáticas, pero no durante la vida y la realización del alma iniciada. Después de recibir las dos iniciaciones en el umbral, cambia la actitud del iniciado y ve las posibilidades, factores y revelaciones, hasta entonces incomprendidas y desconocidas, aún en los momentos más elevados de su conciencia. El portal de la iniciación aparece enorme ante la conciencia del neófito el Camino superior, la Transfiguración, es el factor determinante en la vida del iniciado de tercer grado; una nueva gloria afluye a través del iniciado transfigurado, que ha sido liberado de todo aferramiento, ya sea de la personalidad o del alma. Por primera vez aparecen ante él la meta del Camino superior y el logro del Nirvana (como lo denominan los orientales), y sabe que ninguna forma ni complejo espiritual, ni tampoco la atracción del alma o de la forma, o ambas unidas, podrán evitar que llegue a su destino final. Quisiera referirme por un momento al simbolismo del portal, cuando el iniciado comienza a captar el significado interno de estas sencillas palabras. Durante mucho tiempo la enseñanza impartida en la luz clara y fría respecto al portal, y la insistencia de representado delante del aspirante, nos ha familiarizado con él, pero ello ha significado trabajar sobre los aspectos inferiores del simbolismo, aunque los aspirantes no se hayan dado cuenta; se les ha enseñado la realidad de la luz en la cabeza, analogía de la personalidad con la luz clara y fría, a la cual me refiero. Como bien saben, efectiva y teóricamente muchos aspirante a través de la inconstante experiencia, existe en el centro de esa luz, un punto o centro de color azul índigo oscuro -azul de media noche. Observen el significado de esto en vista de lo que he dicho acerca de la "oscura noche", la hora de medianoche, la hora cero en la vida del alma. Ese centro constituye en realidad una abertura, una puerta que conduce a algún lugar, un camino de escape, un lugar a través del cual el alma aprisionada en el cuerpo puede evadirse y pasar a estados más elevados de conciencia sin ser trabada por las limitaciones de la forma; también ha sido denominada "conducto o canal para el sonido"; "la trompeta a través de la cual puede pasar el fugitivo A.U.M." La habilidad de emplear esta puerta o canal se logra practicando el alineamiento; de allí el énfasis puesto sobre ese ejercicio cuando se entrena a los aspirantes y discípulos. Una vez obtenido el alineamiento se llega a comprobar (recordando el simbolismo de la cabeza, la luz y la abertura central) que en muchas ocasiones, durante la meditación, "detrás del grupo queda el Portal, y ante él se abre el Camino". De esta analogía inferior de la experiencia iniciática superior trata esta regla. Asimismo, pero esta vez en relación con el alma, se vuelve a descubrir el Portal, su empleo y finalmente su aparición detrás del iniciado, pero esta vez en el plano mental y no, como anteriormente, en el nivel etérico, lo cual se obtiene con la ayuda del alma y de la mente inferior y por el poder revelador que posee la luz clara y fría de la razón. Cuando se descubre el Portal, el iniciado enfrenta "la revelación de una terrible, aunque hermosa, experiencia". Descubre que no necesita establecer el alineamiento, sino que debe emprender definitivamente un trabajo creador -la construcción de un puente entre el portal que yace detrás y el que está delante. Involucra la construcción del técnicamente denominado antakarana, el arco iris. El discípulo en entrenamiento lo construye sobre la base de su pasada experiencia; queda arraigado en el pasado, y firmemente asentado en el aspecto más elevado y correctamente orientado de la personalidad. A medida que el discípulo trabaja en forma creadora, se da cuenta de una actividad recíproca de parte de la Presencia, la Mónada -unidad que permanece detrás del Portal. También descubre que un tramo del puente (si así puedo llamarlo) se está construyendo del otro lado del vacío que lo separa de la experiencia en la vida de la Tríada espiritual. La Tríada espiritual es esencialmente para el iniciado lo que la triple personalidad para el hombre físico encarnado. Me pregunto si he logrado impartirles por lo menos una idea general de las posibilidades que el discípulo tiene por delante y si los he inducido a responder definida y conscientemente a esas posibilidades. Sólo puedo hablarles en términos de conciencia, aunque la vida de la Tríada -que a su vez conduce a la identificación con la mónada, así como la vida de la personalidad lleva oportunamente al control y expresión del alma- nada tiene que ver con la conciencia o sensibilidad, tal como generalmente se entienden dichos vocablos. Sin embargo recuerden que en todas mis enseñanzas acerca del desenvolvimiento esotérico he empleado la palabra IDENTIFICACIÓN, siendo el único término que en cierto modo puede describir la total unidad lograda por quienes desarrollan el sentido de unidad y se niegan a aceptar el aislamiento; entonces desaparece totalmente la separatividad. La unidad aislada obtenida es la unidad con el Todo, con el Ser en su totalidad (esto todavía no tiene mucho sentido para ustedes).
5. Que el grupo de hermanos siga adelante unido. Que salga del fuego, penetre en el frío y vaya hacia una nueva tensión. Esta frase contiene en forma concisa ciertas instrucciones básicas. Cada una indica la nueva actitud que deben adoptar quienes han recibido la iniciación. No pueden ser interpretadas en términos del sendero del discipulado o de probación. Los significados a los cuales se llega fácil y comúnmente tienen poco sentido para la mente del iniciado. Consideraré brevemente las instrucciones, a fin de que prevalezca la claridad de concepto y no el detalle. a. Que salga del fuego. Es una forma simbólica para indicar que la vida de la personalidad ha sido descartada definitiva y terminantemente. Dicha frase proporciona la clave para la iniciación, a la cual se refiere esta regla. Cada una de las reglas contienen en sí la clave para la correspondiente iniciación a que hace referencia. Las reglas no guardan un orden exacto, sino que atañen correlativamente a las siete iniciaciones. El aspirante debe invocar la intuición si quiere llegar a un conocimiento correcto. Indicaré algunas veces qué iniciación se halla involucrada, pero no siempre, pues no sería de utilidad. De nada serviría darles la clave para la séptima iniciación, que tienen por delante Seres tan excelsos como el Cristo. La clave para la Iniciación de la Transfiguración puede ser de importancia, pues involucra la personalidad, y muchos de ustedes tendrán que enfrentarla, en un futuro no muy lejano (desde el ángulo del milenario ciclo de la vida del alma). El secreto de la tercera iniciación reside en demostrar la total liberación de los requerimientos y demandas de la personalidad. No implica que debe expresarse total y perfectamente la vida espiritual, pero sí que el servicio a prestar y la vida que debe expresar el iniciado -considerados en forma amplia y general desde el ángulo de la tendencia de la vida y de la plena dedicación a la humanidad- deben permanecer inmutables ante las limitaciones, aún existentes, del yo personal inferior. b. Penetre en el frío. Significa que el enfoque de la vida se centra en el reino de la verdad clara y la razón pura. La vida del iniciado se traslada rápidamente del centro egoico, el vehículo del alma, al nivel de la vida búdica o un estado del ser. Observen que no he dicho "de conciencia". Esta es amorfa, pero guarda los frutos de la experiencia obtenida en la forma. Se orienta hacia la obtención de la unidad e identificación con el aspecto vida de la divinidad y, a pesar de ello, mantiene su propia identidad lograda y reconocida. En este nivel de pura impersonalidad y correcta orientación permanece el grupo, obedeciendo la regla que rige en esta etapa particular del desarrollo. c. Vaya hacia una nueva tensión. La interpretación de esta frase presenta dificultades; ello se debe a la falsa impresión que imparte la palabra "tensión". Mentalmente los lectores la asocian a los nervios, a los puntos de crisis, al valor y a la fatiga. ¿No es así? En realidad, tensión nada tiene que ver, entendido esotéricamente, con las mencionadas reacciones de la personalidad. El significado esotérico de tensión (hasta donde puedo explicarlo con palabras tan limitadas) es la "enfocada e inamovible Voluntad". La correcta tensión consiste en la identificación del cerebro y el alma con el aspecto voluntad y la preservación de esa identificación -inmutable e inamovible- a pesar de las dificultades y circunstancias. Por lo tanto, podrán ver, que esta enseñanza ha dejado muy atrás a las actuales actitudes y metas. La identificación con el alma y con la jerarquía depende de la capacidad del discípulo para amar correctamente. Constituye el surgimiento del segundo aspecto divino, porque el amor es la expresión de la vida grupal, lo cual es muy raro de encontrar en estos días. La correcta tensión indica el surgimiento del primer aspecto, la voluntad, que muy pocas veces existe, excepto en los discípulos más avanzados y en los miembros iniciados de la Jerarquía. El amor rige el Camino que lleva hacia la vida de la Jerarquía y es la base para todo acercamiento, apreciación y aceptación de la Verdad. La voluntad rige el Camino que lleva hacia Shamballa y es la base para todo acercamiento, apreciación e identificación con el Ser. La voluntad desarrollada se expresará como tensión esotéricamente entendido. Personifica las ideas orientadoras, la implacable determinación, la capacidad de esperar y mantener inconmovible la orientación e intención, a pesar de lo que pueda ocurrir. También involucra la decisión de emprender determinada acción (siempre de naturaleza creadora, basada en una comprensión amorosa) en el momento sicológico (correcta regulación del tiempo), o en el instante exacto que la psiquis o alma estima correcto. Aquí tenemos uno de los interesantes cambios de significación y relación que se producen en la Sabiduría Eterna. El Hijo o alma, emerge a la manifestación con la colaboración y ayuda de la Madre o aspecto materia. Esta verdad es muy conocida para ustedes. En la etapa siguiente, la del desarrollo iniciático, el Hijo se convierte a su vez en el aspecto femenino o negativo y, manifestándose como la psiquis, permite al iniciado expresar otro aspecto divino, la voluntad. Hasta no recibir la cuarta iniciación, es el alma en su función de "punto focal, para la luz descendente y la radiación ascendente". Esta actividad dual revela la naturaleza de la voluntad. Observen cómo describe el antakarana esta frase extraída de un antiguo escrito. No es posible en estas breves instrucciones ocuparme en forma adecuada del aspecto voluntad de la divinidad, y tampoco seria de valor en la actualidad. Los aspirantes deben aprender a conocer la naturaleza de la voluntad mediante el poder de la iluminación interna y por ciertos reconocimientos inteligentes. Aprender a conocer la naturaleza del yo, ayudados por la personalidad, la sombra o distorsión de la voluntad divina. Expresan la voluntad estrictamente egoísta, autosuficiente y autoenfocada, y de allí pasan a la comprensión de la voluntad grupal y a la realización de un esfuerzo, a fin de personificar esa voluntad grupal, la cual concierne siempre a aquello que no es la voluntad del yo separado. A medida que se acrecienta y desarrolla esta capacidad de descentralizarse altruistamente, el aspirante alcanza una etapa en que la vida y el bien grupal son considerados como parte integrante de un Todo mucho mayor. Este todo mayor es el SER Mismo, divorciado de la forma, pero actuando siempre a través de la forma y desenvolviéndose con planificado propósito, mientras se halla en manifestación. Va comprendiendo entonces que no bastan el amor y la inteligencia, sino que deben ser complementados y ayudados por la voluntad, el propósito activo e inteligente, amorosamente aplicado. La dificultad del tema reside en el hecho que, básicamente, (por muy extraño que parezca) el amor es la línea de menor resistencia para el ser humano evolucionado. Constituye el principio que rige el actual sistema solar. La voluntad es el principio que regirá el próximo o venidero sistema solar, el cual vendrá a la manifestación por intermedio de esos seres humanos que -en este sistema solar- lleguen a expresar plenamente el aspecto voluntad. Entonces, en la futura y culminante manifestación, el amor será para el aspecto voluntad lo que la inteligencia es, en este sistema solar, para el amor. Notas:
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