Por el Maestro Tibetano Djwhal Khul (Alice A. Bailey)
LA CUALIDAD QUE POSEE EL HOMBRE DE IDEALIZAR Es interesante observar cómo automática y naturalmente los factores que inducen a que el alma controle, tal como fueron delineados, nos han llevado a la sexta ley o regla, el poder -innato, inherente y espiritualmente instintivo- de idealizar.
Instinto, intelecto, intuición, ideación e iluminación, sólo son diferenciaciones y aspectos característicos de una gran capacidad inherente en el hombre y se hallan en todas las formas de todos los reinos y en diversos grados, ya se trate del poder de la pequeña semilla, profundamente oculta en la tierra, de atravesar las barreras circundantes y emerger a la luz, o del poder de un ser humano para resucitar de la muerte en la materia a la vida de Dios y penetrar en el mundo de lo Real desde el reino de lo irreal, todo lo cual constituye un factor fundamental del idealismo.
La antropología y la historia relatan la evolución del hombre individual y de las naciones y sus actividades en el plano de las apariencias. Pero existe una historia que se está relatando lentamente, la historia de la simiente de la conciencia en la naturaleza y el crecimiento del poder para reconocer las ideas y seguir adelante hacia su realización. Ésta es la nueva historia que -como es de esperar- nos conduce firmemente al mundo de significados y nos revela gradualmente la naturaleza de los impulsos y tendencias que han llevado a la raza constantemente adelante, desde el punto más denso de la vida concreta y primitiva, al mundo de la percepción sensoria.
En este campo trabajan los Maestros y piden a sus discípulos que estén activos en él. El poder de las ideas se comienza a comprender recientemente. La potencia de la ideación, las formas que las ideas deben tomar y la promoción del culto a las ideas correctas, es uno de los principales problemas que deben abordarse en la Nueva Era.
LA INTERACCIÓN DE LAS GRANDES DUALIDADES La séptima regla -la interacción de las grandes dualidades- es una de las reglas fundamentales para lograr que el alma controle y no es fácil que la comprenda el estudiante.
Constituye la ley fundamental de la vida del alma.
La razón por la cual es tan difícil comprender la paradoja de la unidad del alma por medio de la dualidad, es que, al hablar de los pares de opuestos, se ha puesto el énfasis durante épocas sobre las dualidades astrales y la necesidad de que la humanidad elija recorrer el estrecho sendero que pasa entre dichas dualidades, pues él está en el campo de batalla de las dualidades y debe hallar el sendero del filo de la navaja que se extiende ante él y lo lleva al portal de la iniciación.
Sin embargo estos pares de opuestos sólo son esencialmente reflejo de una analogía más elevada y divina.
La ley considerada aquí rige las relaciones entre la vida y la forma, entre el espíritu y la materia.
No puedo extenderme más sobre esto, pues sólo los iniciados que en sus propias vidas han trascendido el reflejo inferior de las dualidades, pueden apenas empezar a comprender la verdadera significación espiritual de esta regla para lograr que controle el alma, en su significado más amplio y esencial, por lo cual no es necesario encarar tan abstruso tema en este tratado.
Nuestra
tarea consiste más bien en adquirir la sabia comprensión de la Visión
hasta donde lo permite la capacidad de cada uno. Así no sólo nos llegará
eventualmente la liberación, sino también la fortaleza necesaria para
vivir en este mundo y servir a nuestros semejantes.
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