CURACIÓN ESOTÉRICA

TRATADO SOBRE LOS SIETE RAYOS, Volumen 4

Alice A. Bailey & Maestro Tibetano (Djwhal Khul)


www.maestrotibetano.es

 

Enfermedades Producidas por la Preocupación e Irritabilidad.

El tercer tipo de dolencias que surgen del cuerpo emocional o astral se sintetizan esotéricamente con el término: enfermedad por la irritabilidad.

Estos son los insidiosos venenos que acechan detrás del fenómeno de la enfermedad.

Podría decirse que todas las enfermedades pueden incluirse en dos definiciones, desde el punto de vista esotérico.

 

 

1. Enfermedades producidas por la autointoxicación, siendo las más generales.

 

2. Enfermedades producidas por la irritabilidad, siendo muy comunes entre los discípulos.

 

 

Mucho se habla hoy de la propia intoxicación y se realizan grandes esfuerzos para curarla con regímenes alimentarios y regulación de la vida en lo que respecta a vivir rítmicamente.

 

Todo esto es bueno y de ayuda, pero no constituye una cura básica como sus promotores nos quieren hacer creer.

 

La irritabilidad es una dolencia básica psicológica y tiene sus raíces en la intensificación del cuerpo astral que definidamente produce efectos anormales en el sistema nervioso.

 

Es una enfermedad causada por el propio interés, autosuficiencia o propia satisfacción.

Aquí también diría que reflexionen sobre estos términos porque los tres aspectos de la irritabilidad deben ser descubiertos por cada uno.

 

Por lo tanto me ocuparé de la irritabilidad, o de “la peligrosidad”, según lo denominan los exponentes de primer rayo, tal como el Maestro M.

 

 

Casi he terminado nuestra primera sección sobre las Causas Psicológicas de la Enfermedad y he considerado breve, aunque creo sugestivamente esos problemas que surgen de la superactividad y condiciones erróneas del cuerpo astral.

 

Todo lo que puedo hacer en este conciso tratado es generalizar, porque la mayor parte de las declaraciones que he hecho son en cualquier caso tan nuevas y revolucionarias (desde el punto de vista de la medicina ortodoxa) que pasará aún mucho tiempo para que este primer conjunto interno de ideas y la formulación más o menos nueva de la verdad, haga impacto sobre los pensadores de la raza.

 

Pero si son aceptadas como posibilidades hipotéticas por los de mente abierta, pasará un extenso período antes de que se hagan las suficientes investigaciones conducentes a conclusiones definidamente formuladas, que harán que las ideas sean reconocidas y empleadas en forma popular. Al decir esto no critico a la profesión médica.

 

El especialista ambicioso y el charlatán son raros, pero por supuesto existen, así como también el inescrupuloso e indeseable, en cada profesión. ¿Dónde no existen?

 

Los de mente estrecha son muchos; mas, repito, ¿dónde no se los encuentra?

 

Los precursores en estas nuevas corrientes de pensamiento y el hombre que ha captado alguno de los conceptos de la nueva era, poseen a menudo mentalidades estrechas y sólo ven las nuevas modalidades, modos, métodos, y arrojan por la borda todo lo antiguo, perdiendo mucho con ello.

 

La profesión médica tiene uno de los antecedentes más grandes y más hermosos del mundo acerca de su propósito y campo de actividad, y ha desarrollado una de las más grandes cualidades del alma, autosacrificio, compasión y servicio.

 

Pero los métodos y las técnicas de la nueva era son difíciles de captar.

Gran parte de los antiguos métodos deben ser abandonados y sacrificados antes de que el nuevo arte de curar sea posible.

Hasta que no sea apropiadamente comprendida la realidad de los cuerpos sutiles, por los pensadores del mundo, y se establezca su existencia mediante la recta y verdadera ciencia de la sicología y el desarrollo de la facultad clarividente, trazar las causas de la enfermedad, retrospectivamente hasta los cuerpos sutiles, no tiene ningún significado.

 

La mejor reacción que el médico de mente abierta puede (digo puede, no debe) producir o admitir, es que la actitud psicológica, el estado mental y la condición emocional del paciente ayudan u obstaculizan. La mayoría ya lo acepta y esto en sí es mucho.

 

Por lo tanto, cuando digo que el cáncer, por ejemplo, tiene sus raíces en una condición astral y que comenzó su carrera en tiempos atlantes, significa muy poco para el hombre común de hoy. No comprende que un gran número de personas poseen conciencia atlante en la actualidad.

 

 

Quisiera tratar brevemente la causa más común de las perturbaciones: preocupación e irritabilidad. Hoy predominan más que nunca y por las razones siguientes:

 


1. La situación mundial es tal, y los problemas y la incertidumbre son tantos, que casi ninguna persona en el mundo está exenta de ellos. Más o menos todos están implicados en la situación planetaria.

 

 

2. La intercomunicación entre los pueblos ha aumentado mucho y los hombres viven en grupos colectivos -grandes o pequeños- que inevitablemente producen un efecto mutuo como no ha sucedido anteriormente, “Si un miembro sufre, todos los demás sufren con él”, es una enunciación de la verdad, antigua pero nueva en aplicación, y reconocida por primera vez.

 

3. La acrecentada sensibilidad del mecanismo humano es de tal naturaleza, que los hombres sintonizan recíprocamente sus condiciones emocionales y actitudes mentales en una forma más nueva y poderosa. A sus propias absorbentes incumbencias y preocupaciones agregan las de sus semejantes, con quienes están relacionados.

 

4. Telepáticamente y también con un desarrollado sentido de previsión, hoy los hombres suman a las dificultades de otros o de algún grupo de pensadores o de personas, las dificultades que pudieran existir, aunque no están seguros de que existan.

 

Dichos problemas demostrarán cuán intensamente difícil es para el hombre encarar la vida. Será obvio que los problemas de la preocupación e irritabilidad (llamados por el Maestro Morya “peligrosidad”) son numerosos y deben ser considerados.

 

¿Por qué las dificultades del cuerpo astral son tan “peligrosas” y tan serias?

 

La preocupación y la irritabilidad son peligrosas porque:

 

1. Reducen la vitalidad del hombre a tal grado que llega a ser susceptible a la enfermedad. El azote de la influenza tiene sus raíces en el temor y la preocupación, y cuando el mundo logre liberarse de la “temible” condición actual, veremos desaparecer la enfermedad.

 

 

2. Son tan infecciosas desde el punto de vista astral, que hacen descender la presión atmosférica astral, haciendo que sea difícil a las personas, astralmente, respirar libremente.

 

3. El temor, la preocupación y la irritabilidad astrales están tan difundidos hoy que podrían considerarse epidémicos, en sentido planetario.

 

 

4. La irritabilidad (no hablo aquí de la preocupación) tiene efectos inflamatorios -y la inflamación es insoportable- y conduce a muchas dificultades. Es interesante observar que ciertas dolencias de los ojos se deben a esto.

 

 

5. La preocupación y la irritabilidad obstaculizan la verdadera Visión. Tapan la vista. El hombre, víctima de estas condiciones, sólo ve la causa de sus dolencias, estando tan absorbido en la propia conmiseración y consideración o por una condición negativa enfocada, que restringe su visión y obstaculiza a su grupo. Recuerden que existe tanto el egoísmo grupal como el individual.

 

He dado suficientes razones respecto a los efectos de la preocupación y la irritabilidad para demostrar la amplitud de la dificultad.

 

De nada sirve en la actualidad hablar del remedio. Al que sufre de influenza (cuando la enfermedad se halla en su mayor virulencia) no se le dice “no tiene nada, no se preocupe”, “levántese y atienda sus cosas”.

 

Tampoco de nada sirve decirle “no tema”, “deje de preocuparse, pues todo saldrá bien”. Lógicamente no lo creerá, y eso está bien, pues en realidad es así.

 

Las cosas no están bien, y la humanidad y la vida planetaria tampoco lo están. Esto lo sabe la Jerarquía, la cual trabaja para aliviar las condiciones.

 

Cuando el azote de la “influenza planetaria” termine (y el paciente no muera), entonces se realizará la investigación y el esfuerzo que evitará su repetición. En la actualidad todo lo que debe hacerse es mantener al paciente tranquilo y la fiebre baja. Tal es el trabajo del Nuevo Grupo de Servidores del Mundo y de los hombres inteligentes de buena voluntad, los cuales son legión.


 

 

 

 

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