Los Rayos y las Iniciaciones

Tomo número 5 del Tratado sobre los Siete Rayos

Por el Maestro Tibetano Djwhal Khul

(Alice A. Bailey)


INDICE

PRIMERA PARTE 11

CATORCE REGLAS PARA LA INICIACIÓN GRUPAL

Pag.

OBSERVACIONES PRELIMINARES 13
PALABRAS DE INTRODUCCIÓN 21

Regla Uno El Devenir y la Función Grupales 32
Regla Dos Aceptado como Grupo 50
Regla Tres Dual es el Movimiento hacia delante 67
Regla Cuatro Evocación de la Voluntad 83
Regla Cinco El Todo Macrocósmico 101
Regla Seis El Grupo sigue adelante en la Vida 112
Regla Siete La Palabra Invocadora 119
Regla Ocho Los Siete, los Tres y el Uno 130
Regla Nueve El Iniciador Uno 146
Regla Diez O.M. el Sonido Creador 154
Regla Once El Cuarto Gran Ciclo de Realización 178
Regla Doce Servicio Grupal Iluminado-Salvador 191
Regla Trece El Misterio Oculto 208
Regla Catorce La Quíntuple Demanda 238


SEGUNDA PARTE 267

LOS RAYOS Y LAS INICIACIONES

OBSERVACIONES PRELIMINARES 269
PRIMERA SECCIÓN. EL ASPIRANTE Y LOS MISTERIOS DE LA INICIACIÓN 288

La Entrada a través de los dos Portales de la Iniciación 288
El Portal de la Iniciación 288
El Portal que da entrada al Camino de la Evolución Superior 295

La Entrada en el Ashrama 303
Los siete Grupos de Ashramas dentro de la Jerarquía 308
Los siete Senderos que enfrenta el Maestro 327
El Sendero del Servicio en la Tierra 328
El Sendero del Trabajo Magnético 331
El Sendero de entrenamiento para los Logos Planetarios 335

Ciertos Cambios Jerárquicos 338
El Sendero hacia Sirio 341
El Sendero de Rayo 346
El Sendero que recorre el Logos Mismo 348
El Sendero de la Filiación Absoluta 349

Párrafos Extraídos de Tratado sobre Fuego Cósmico 352
Análisis de la Tensión Mundial 353

La Vida Dual del Proceso Iniciático 356
La Vida Dual del Discípulo 359
La Existencia Dual del Maestro 361

La Ciencia del Antakarana 364
La Construcción del Antakarana 366
La Naturaleza del Antakarana 373
El Puente entre los Tres Aspectos de la Mente 377
El Puente como Agente de Alineamiento 388
La Técnica de la Construcción 391
En el Pasado 393
En el Presente 397
Seis Etapas del Proceso de Construcción 400
La Tarea Inmediata 409
Los Siete Métodos de Rayo 413

Delineamiento de la Contemplación Reflexiva 421
Significado del Proceso Iniciático 436
Fusión de la Conciencia del Maestro con la del Discípulo 446
Impresión de la Intención Jerárquica en la Mente del Discípulo 451

SECCIÓN SEGUNDA. EL ASPIRANTE Y LAS INICIACIONES MAYORES 457

La Relación de los Siete Rayos con las Iniciaciones 458

Los Rayos y las Cinco Iniciaciones que enfrenta la Humanidad 465
Primera Iniciación. El Nacimiento. Séptimo Rayo 465
Segunda Iniciación. El Bautismo. Sexto Rayo 473
Tercera Iniciación. La Transfiguración. Quinto Rayo 484
Cuarta Iniciación. La Renunciación. Cuarto Rayo 494

El Tipo particular de la Energía involucrada y su Efecto iniciático 497
El Efecto de la Energía de Armonía a través del Conflicto sobre la
Humanidad 501
El Factor del Rayo Amor Sabiduría cuando controla al Cuarto Rayo 504
El Efecto del Rayo de Armonía a través del Conflicto en el Mundo
Moderno de Naciones 509
Los resultados de la Actividad del Cuarto Rayo sobre el Discípulo
Individual 522
Resumen y Predicción 524

Los Rayos de Aspecto y las Iniciaciones Superiores 526
Quinta Iniciación. La Revelación. Primer Rayo 529
El Efecto que en la Actualidad Produce el Primer Rayo sobre la Humanidad 530

Sexta Iniciación. La Decisión. Tercer Rayo 536
Séptima Iniciación. La Resurrección. Segundo Rayo 537
Octava Iniciación. La Gran Transición. Cuarto, quinto, sexto, y
séptimo rayos 537

(Los cuatro rayos menores)
Novena Iniciación. La Negación. Primero, segundo y tercer rayos 537


(Los tres rayos mayores)

LAS SIETE Y LAS NUEVE INICIACIONES DE NUESTRA VIDA PLANETARIA 538

La Significación de las Iniciaciones 542
Primera Iniciación. El Nacimiento en Belén 544
Segunda Iniciación. El Bautismo en el Jordán 551
Tercera Iniciación. La Transfiguración 562
Cuarta Iniciación. La Gran Renunciación o Crucifixión 566
Quinta Iniciación. La Revelación 575

La Parte que Desempeña la Energía al Inducir a la Revelación 579
El Lugar que ocupa la Voluntad para Inducir a la Revelación 584

Sexta Iniciación. La Decisión 587
Séptima Iniciación. La Resurrección 596
Octava Iniciación. La Gran Transición 602
Novena Iniciación. La Negación 602

APÉNDICE 605
CINCO GRANDES ACONTECIMIENTOS ESPIRITUALES 607
ESTANZAS PARA DISCÍPULOS 624



 

4. El cuarto tipo de "fuego por fricción", que enfrenta el iniciado, cuando está preparado para la iniciación denominada la Gran Renunciación, es la energía eléctrica de toda la personalidad integrada. El producto de cada encarnación -la personalidad altamente desarrollada, poderosa y de "límpida visión" (como se la denomina)- es el acontecimiento final que presenta la grande y última obstrucción.

En la historia del Evangelio, dos episodios principales, en la vida del Maestro Jesús, arrojan alguna luz sobre esta cuarta entrada a través del portal de la iniciación: la Transfiguración y la Crucifixión.

En ambos están simbolizados los tres aspectos de la personalidad. En el primer caso por los tres apóstoles, que azorados y con profunda humildad tomaron parte en la tercera iniciación, la Transfiguración; en el segundo caso, los tres fueron representados por las tres cruces -los dos ladrones y el Maestro en el centro.

La diferencia en la cuarta iniciación es muy definida, y reside en el hecho de que se hallan involucrados los cuatro aspectos de la personalidad (contando al cuerpo físico denso como un aspecto y al vehículo etérico como el segundo aspecto del cuerpo físico), pues esta cuarta emanación del fuego por fricción tiene un efecto potente y destructivo sobre el cuerpo físico denso.

 

La Gran Renunciación involucra el rechazo de la vida física a cualquier costo, lo cual involucra frecuentemente su muerte física.

 

La Gran Renunciación o cuarta iniciación tiene, por lo tanto, dos aspectos: la implicación externa o acontecimiento objetivo, a los ojos del observador del plano físico, y el aspecto subjetivo, simbólicamente representado por las tres Cruces y los que en ella estaban crucificados.

Las implicaciones emergentes de este simbolismo no se ven fácilmente, aunque el significado superficial es evidente, debido a que oculta y vela una realidad universal.

 

El Maestro Jesús pasó por el portal de la cuarta iniciación y venció los obstáculos finales presentados a su personalidad perfecta. Murió sobre la Cruz. Los cuatro aspectos de Su personalidad participaron en el evento y obstruyeron eléctricamente. Su paso por ese portal, hasta llegar al punto de su total destrucción -trayendo la liberación final. También simboliza algo universal que nada tuvo que ver con el Iniciado Jesús.

 

Este simbolismo y su significado tiene relación con las tres Cruces colocadas una al lado de la otra y con quienes fueron crucificados en ella. Los tres personajes representan a la humanidad misma y tienen además relación con la Jerarquía, y este "acontecimiento pictórico" va paralelo al ya considerado, de la iniciación del Maestro Jesús.

 

En la Crucifixión, en este cuarto paso a través de la iniciación y en la representación de este evento, están implicadas dos grandes y diferentes individualidades -el Maestro Jesús y el Salvador del Mundo, el Cristo;

 

están implícitos dos sucesos principales, y la Iglesia Cristiana ha confundido a ambos, relacionándolos sin discriminación con el Maestro Jesús.

 

Sin embargo, uno de los eventos fue un acontecimiento jerárquico y el otro una gran crisis humana; uno, era la entrada de un iniciado en los Misterios de la muerte, proceso que involucró los cuatro aspectos de Su naturaleza;

el otro, fue la representación dramática, para el género humano, de los tres grupos que residen en la familia humana:

 

1. El hombre no regenerado, representa al ladrón que no se ha arrepentido.


2. El aspirante que lucha, avanzando conscientemente hacia la liberación, simbolizado para nosotros en el ladrón arrepentido.


3. La Jerarquía, compuesta de quienes se han liberado mediante la experiencia humana, y para nosotros representa la garantía de la realización.

 

Los estudiantes harían bien en mantener con claridad definida en sus mentes esta cuádruple representación y triple símbolo, pues están involucradas la realización individual y las posibilidades grupales;

 

 

sin embargo, cada una es distinta; en un caso el Maestro Jesús es el participante,

y en el otro, un evento más esotérico es Quien ejerce influencia sobre Él, el Cristo.

 

 

 

El Maestro Jesús "murió" y bajó al sepulcro, culminando así Su larga serie de encarnaciones y finalizando -por la destrucción- el aferramiento de la materia sobre el espíritu; pasó a través del sepulcro a la Jerarquía y le fue confiado el destino de la Iglesia Cristiana, destino que aún sigue en Sus manos.

 

Pero la historia del Evangelio indica que fue Cristo que apareció después de la resurrección y no el Maestro Jesús, excepto en un sólo y breve episodio en que se Le apareció a María, que lloraba en la puerta del sepulcro. Los otros episodios son universales en sus implicaciones, tal como lo indica:

 

1. El Cristo caminando con los dos discípulos en el camino a Emaús -símbolo del dualismo esencial de espíritu y materia, tal como están personificados en un Salvador mundial.


2. El Cristo que aparecióse a los doce discípulos en la cámara superior, simbolizando al zodíaco, pues Judas Iscariote estaba allí, representando el signo que regía en ese momento; los otros once discípulos representaban los restantes signos por los cuales debe transitar el sol.


3. Pentecostés. Este acontecimiento no significa el triunfo de la cristiandad ortodoxa (como los teólogos creen y enseñan), sino la diseminación universal de la conciencia crística, en el corazón de cada ser humano, durante todos los tiempos; a esto dan testimonio las palabras y promesas: "He aquí, estoy con vosotros todos los días, aún hasta el fin del mundo".

 

Debido al significado profundamente esotérico de la Resurrección y la Ascensión, y principalmente, refiriéndose a la conciencia crística, nada nos dice El Nuevo Testamento acerca de estas iniciaciones, excepto las más vagas generalizaciones, en contradicción con el lujo de detalles aportado sobre las otras iniciaciones.

 

Cuatro de ellas están relacionadas con "el portal de la iniciación", esotéricamente comprendido, y con la interpretación tan familiar para nosotros; las cuatro también se relacionan con el "fuego eléctrico por fricción" del cual está construido ese portal, y que abarca y crea la tierra ardiente que debe atravesar cuatro veces el iniciado a fin de "trasponer ese portal".

 

Las otras dos iniciaciones (vagamente llamadas Resurrección y Ascensión) están relacionadas con el así denominado segundo "portal", que no es una obstrucción en el mismo sentido que el primero, el cual se abre dando entrada al Camino de Evolución Superior.

 

El primer portal admite simbólicamente al iniciado en el "corazón del Sol", mientras que el segundo -en un sentido muy misterioso- indica la ruta que debe seguir el iniciado liberado que trata de penetrar en el Sol Central espiritual -al cual conducen eventualmente los siete senderos.

 

b. El Portal que da entrada al Camino de Evolución Superior.

Escribo esto para los iniciados que han recibido la tercera iniciación, cuya personalidad es regida por el alma y "caminan siempre en la luz".

 

Por lo tanto es evidente que, respecto al verdadero significado, poco puedo decir que sea comprensible para quienes no han alcanzado aún ese estado.

 

La clave para su captación reside en el conocimiento de que nuestros siete planos son sólo los siete subplanos del plano físico cósmico y que todo lo que ahora transcurre en la vida del iniciado lo libera de la experiencia física (técnicamente física, incluso en los planos átmico, monádico y logoico), para poder penetrar en ese vórtice de fuerza, que conocemos y entendemos como AMOR, o el plano astral cósmico.

 

El amor -analogía superior de la emoción, tal como es experimentado en el plano astral de la manifestación planetaria o solar- es la nota, la cualidad y la influencia del plano astral cósmico. Por lo tanto, debe comprenderse que la Jerarquía está sometida definidamente al impacto de energías que emanan del plano astral, mientras que Shamballa reacciona a las influencias provenientes del plano mental cósmico.

 

 

Como podrá verse, la corriente relacionada de energía proviene de:

1. El plano astral cósmico.
2. El plano búdico solar, reflejado en nuestro plano búdico planetario.
3. El plano astral, el plano del espejismo en los tres mundos.

En relación con la mente tenemos:

1. El plano mental cósmico.
2. El plano átmico solar, reflejado en nuestro plano átmico planetario.
3. El plano mental, el plano de la ilusión.

En conexión con las referencias hechas sobre el espejismo y la ilusión (véase el libro Espejismo; Un Problema Mundial), debe recordarse que el espejismo predomina y la ilusión actúa en los tres mundos debido a que los hombres se identifican con el cerebro físico denso e interpretan la vida en términos de experiencia en los tres mundos.

 

No existe ningún plano astral verdadero desde el ángulo de las identificaciones de la personalidad, sino sólo lo que podrían considerarse ficciones de la imaginación; sin embargo, fundamental y sustancialmente, lo que conocemos como plano astral, es el reflejo del principio cósmico del amor.

 

No obstante, siendo esencialmente un reflejo, carece de la realidad básica desde el ángulo del verdadero discípulo y debe ser ignorado como expresión de una verdad fundamental; al mismo tiempo el plano astral existe desde el ángulo del Maestro, porque es una expresión del amor cósmico en la densa sustancia físico cósmica.

Su potencia es tan grande que produce espejismo en quienes no han alcanzado la liberación. Los estudiantes deben recordar que el poder enfocado produce espejismo cuando existe una errónea identificación, pero sólo realidad y verdad cuando el factor vida de la forma ya no aprisiona.

 

En consecuencia, temporariamente, no existe el plano astral para el discípulo que ya no se identifica con él sino un campo de servicio para el Maestro que ya no tiene el poder de identificar Su conciencia con nada que pertenezca a los tres mundos, no obstante puede relacionar las fuentes cósmicas con expresiones de energía planetaria y solares.

 

Al estudiar todo el tema de la iniciación y de las iniciaciones avanzadas, será necesario recordar siempre la relación de nuestros siete planos con los planos de la serie cósmica, y también tener presente un hecho, a menudo olvidado, pero conocido y enseñado siempre desde que el ocultismo moderno empezó a influenciar el pensamiento humano: los cuatro planos constituidos por las influencias espirituales más elevadas, en lo que concierne a la humanidad, constituyen -en último análisis- los cuatro subplanos etéricos del plano físico cósmico.

 

Estos planos más elevados de nuestra vida planetaria son por consiguiente la fuente de toda energía y actividad originada en nuestra expresión y experiencia planetarias. Como ya saben, los cuatro planos son:

1. El plano más elevado Plano logoico, Voluntad
(de Adi), Vida 1er. aspecto

2. El plano monádico, Universal Amor,
Mónadas humanas 2do. aspecto

3. El plano átmico 3er. aspecto, Inteligencia


4. El plano búdico Razón pura, Intuición

Este último es una fusión del 2 y el 3, el amor y la inteligencia; produce comprensión y percepción intuitiva.

Por lo tanto, todas las influencias y energías que prevalecen en nuestra existencia planetaria, crean los cuatro planos arriba mencionados y fluyen a través de ellos, determinando así la naturaleza del proceso evolutivo en un momento dado en los tres mundos.

Desde el punto de vista de un Maestro, los cuatro planos están compuestos de fuerzas que básicamente responden a las energías manejadas por la Jerarquía y dirigidas por Shamballa, y finalmente son condicionadas por dichas energías.

 

En forma singular y de acuerdo a la Ley de Correspondencia o Analogía, los tres planos inferiores -mental, emocional y físico- constituyen los tres subplanos físico densos del plano físico cósmico y no son, en consecuencia, considerados como personificando principios. H.P.B., en relación con nuestro plano físico (el subplano inferior del plano físico cósmico), dice que no es un principio y esto atañe también al todo mayor.

 

El plano físico denso es materia condicionada por un sistema solar anterior, respondiendo casi automáticamente a las energías etéricas, que constituyen los cuerpos etéricos de todas las formas creadas de esta "sustancia sin principio", tal como se la denomina esotéricamente.

 

Los tres planos inferiores de nuestros siete planos son, desde el ángulo del esoterista, la sustancia cósmica densa, igualmente sin principio; lo que señala o indica al verdadero iniciado es la trasferencia de su vida y su punto de identificación, desde la sustancia sin principio y formas sustanciales, a la sustancia "con principio" y formas etéricas.

 

La tendencia del estudiante ocultista a pensar siempre en términos de abstracción espiritual, puede militar (y a menudo sucede) contra la captación de la verdad, y presentar una falsa imagen a la inteligencia; los hechos sobre los cuales acabo de poner el énfasis tienen mucho que ver con la naturaleza de las iniciaciones superiores. Les pediría que recuerden esto.

 

Por lo tanto, la tercera iniciación libera al iniciado de los planos de sustancia sin principio (los subplanos inferiores del plano físico cósmico), mientras que las dos iniciaciones siguientes le posibilitan trabajar con inteligencia y amor sobre los dos niveles inferiores del plano etérico cósmico -el búdico y el átmico, los planos del amor espiritual y de la voluntad inteligente.

 

El Camino de Evolución Superior conduce a través de los planos monádico y logoico (los dos niveles más elevados del plano físico cósmico);

 

cuando los cuatro planos del plano etérico cósmico han sido completamente dominados y están dirigidos esotéricamente, el iniciado enfrenta los siete senderos y debe decidir cuál de ellos recorrerá.

 

Su elección depende lógicamente de la determinación del rayo y de las actividades anteriores, no obstante tiene libertad de elección, porque toda limitación ha sido retirada, toda identificación errónea con las formas físicas es ahora imposible, y la única limitación impuesta al iniciado es la entrada en los niveles cósmicos de percepción, con los cuales aún no está familiarizado.

Por consiguiente, recuerden continuamente que la realización espiritual más elevada sobre y en los siete planos, de lo que conocemos como nuestra vida planetaria, está totalmente condicionada por el hecho de que son los siete subplanos del plano físico cósmico y están compuestos de los tres planos físico densos (nuestros tres mundos de la evolución humana) y los cuatro planos etérico cósmicos (los cuatro niveles del así llamado desarrollo espiritual), que a su vez están condicionados por tres fuerzas y cuatro energías.

 

 

He destacado esto mediante la constante repetición, debido a la gran importancia que tendrá el reconocimiento de dichos factores sobre cualquier comprensión que puedan tener acerca del Camino de Evolución Superior.

 

Cuando el Maestro recibe la quinta iniciación -como ya saben-, ha abarcado y dominado el campo común de la evolución de la humanidad, lo cual significa que los tres mundos de la experiencia humana común y los dos mundos del esfuerzo superhumanos, constituyen los cinco campos de la actividad espiritual del hombre.

El amor y la inteligencia ya están perfectamente desarrollados en Él, aunque su expresión y énfasis pueden variar de acuerdo a Sus rayos; es consciente de la realidad de la Voluntad o primer aspecto divino, con sus dos cualidades (que velan una tercera) de destrucción y propósito; entra en actividad en el segundo plano de nuestra vida planetaria, el plano monádico, y el gran centro de vida, Shamballa, produce un definido efecto vibratorio sobre Él; también (y esto será incomprensible para ustedes) se va haciendo sensible a una serie de energías e influencias que ahora puede registrar, debido a Su creciente polarización monádica y contacto con Shamballa.

 

El plano astral cósmico se trasforma, para el Maestro, en un objetivo definido; comienza a desarrollar una gran sensibilidad hacia ese nivel de percepción, pero la conciencia de aquello que está dentro de la vida planetaria -como Él la conoce- le impide registrar esta energía de amor cósmico puro, aunque posteriormente lo hará.

El sentido de limitación es la causa de que reconozca el Portal que da entrada al Camino de Evolución Superior, pues al recibir la quinta y sexta iniciaciones queda liberado para entrar en los estados de percepción átmico y monádico;

estas iniciaciones son para el iniciado, en esta etapa de desarrollo, lo que la primera y segunda iniciaciones para el discípulo, que trata de hollar las primeras etapas del sendero de la iniciación.

Por lo tanto, podrían ser consideradas como iniciaciones en el umbral -una conduce al conocimiento de los niveles superiores del desarrollo consciente que inaugura la tercera iniciación (la primera iniciación principal), la otra, a esos futuros niveles de impresión, de contacto y ascensión, séptuple meta ante el Maestro, cuando la sexta iniciación (la verdadera Ascensión) ha sido consumada.

Por tal razón esta iniciación particular se denomina la Iniciación de la Decisión. El Maestro elige entonces cuál de los siete caminos o senderos seguirá, porque Su experiencia de eones le ha permitido elegir cualesquiera de ellos y saber que ha elegido correctamente.

Aunque estos siete senderos, por ser uno de los septenarios, están necesariamente relacionados con los siete rayos, no son senderos de rayo ni están regidos por los siete rayos. Cualesquiera de estos está abierto para un Maestro de Sabiduría, y Su elección no dependerá del rayo a que pertenezca, aunque tomará ese factor en consideración.

Están más definidamente relacionados con los siete planos cósmicos que con los siete rayos; consideraremos esto con mayor detalle cuando tratemos el factor de los siete ashramas, que son los campos de "prueba" para todos los Maestros que enfrentan la Iniciación de la Decisión.

Los discípulos empiezan a interesarse por los ashramas desde el punto de vista de su propio desarrollo, pero olvidan que el progreso y el propósito de la vida del Maestro determinan la cualidad del ashrama, y Su propio desarrollo y eventuales decisiones están estrechamente relacionados con el ashrama que Él controla.

 

No es fácil para los estudiantes apartar su atención de la relación que el ashrama tiene con toda la humanidad, ni comprender que esta relación es secundaria para el Maestro, cuya principal preocupación es el desarrollo de los propósitos de Sanat Kumara y el logro de ese estado del Ser, característico de Shamballa.

 

Los estudiantes deben tener en cuenta que una fase de la preparación del trabajo futuro es la que vendrá después de la Iniciación de la Decisión y que depende del tipo, de la cualidad y del servicio prestados por el Maestro al condicionar y controlar Su ashrama. Trataré de extenderme sobre esto en el siguiente acápite.

 

Sin embargo es útil para los aspirantes al discipulado -y sobre todo aquellos que se preparan para la iniciación, y en consecuencia ya trabajan en un ashrama- adoptar este diferente punto de vista y empezar a desarrollar dentro de sí mismos una nueva sensibilidad a la impresión que viene desde fuentes superiores a la Jerarquía misma.

 

Esto involucra en ellos un nuevo y superior tipo de orientación, y aunque todavía resulta imposible de alcanzar, hay un definido valor en desarrollo al captar el concepto, en el esfuerzo que realiza la mente abstracta y la percepción intuitiva para posesionarse de un concepto nuevo y totalmente extraño y reflexionar sobre él. Este proceso reflexivo superior es para el discípulo que está trabajando en un ashrama lo que la aspiración para el estudiante en el sendero de probación y las primeras etapas en el sendero del discipulado.

En el último caso, el cuerpo emocional del aspirante responde al principio budi que le llega por los pétalos de amor del loto egoico;

en una situación más excelsa, el discípulo se hace consciente (pues es eso) de la posibilidad de llegarle una impresión desde el plano astral cósmico, vía los niveles monádicos de percepción.

Observen que digo simplemente posibilidad, pues en esta etapa no hay un reconocimiento seguro de esta meta, esta impresión es para el discípulo que se entrena en una de las iniciaciones, lo que una teoría esotérica para un aspirante en niveles muy inferiores.

 

La única forma de dar una remota idea de los alcances superiores de la conciencia iniciática será, si me refiero a las capacidades inferiores captadas y a la presentación de verdades indefinibles, en términos de lo que ya ha sido definido y que (para esos estados superiores de percepción) constituyen pensamientos simientes.

Una pequeña comprensión de la naturaleza de la conciencia de Shamballa emergerá cuando estudiemos esa sección de nuestro tratado, pues los niveles superiores del plano etérico cósmico están compenetrados de energías que emanan de los planos astral y mental cósmicos;

 

estas energías que actúan a través de las grandes Vidas y están dirigidas por Ellas, forman un núcleo permanente en la Cámara del Concilio en Shamballa, y condicionan y son el poder impelente, motivador y relacionador, que está detrás de todos los procesos evolutivos en los niveles inferiores.

 

Sin embargo, la vida y la conciencia de la Jerarquía son muy diferentes de la vida y la conciencia de Quienes constituyen el gran centro llamado Shamballa;

la sensibilidad, en desarrollo, para alcanzar una impresión acrecentadamente superior, resultado de cada etapa del proceso iniciático final, es la única forma en que la diferenciación y la meta se hacen evidentes, así como los que leen y estudian estas ideas encontrarán conceptos y pensamientos que son totalmente incomprensibles e inexplicables, y a veces sin sentido, para el hombre común de negocios;

 

también existen campos de ideas y eternos conceptos extraplanetarios, igualmente desconocidos y temporariamente inexplicables, para el iniciado que trabaja en un ashrama bajo la guía de un Maestro.

Cuando el estudiante comprenda que la gran Unicidad universal, que él asocia con la conciencia monádica, es sólo el registro de impresiones localizadas (y por lo tanto limitadas) y definidas dentro de los niveles etéricos del plano físico cósmico, quizás podrá captar las implicaciones de las maravillas que le serán reveladas al iniciado que puede trascender la totalidad del plano físico cósmico (nuestros siete planos de los mundos humano, superhumano y divino) y funcionar en otro nivel cósmico.

Esto es lo que el Maestro puede hacer cuando huella eventualmente el Camino de Evolución Superior.

 

 

 

El hecho interesante que emerge de todo este trabajo comparativo y método analógico de enseñanza, es que la palabra "espiritual" no se refiere ni a asuntos religiosos (así llamados) ni al sendero del discipulado ni al de las iniciaciones mayores o superiores, sino a las relaciones sobre cada nivel del plano físico cósmico, desde el más bajo al más elevado.

 

 

 

La palabra "espiritual" se relaciona con aptitudes y relaciones, con el avance de un nivel de conciencia (no importa su inferioridad o densidad, desde el punto de vista de un nivel superior de contacto) al siguiente; está relacionada con el poder de ver la visión, aún cuando esta visión sea materialista, considerada desde el ángulo de la posibilidad de un registro superior;

 

la palabra "espiritual" se refiere a todo efecto del proceso evolutivo cuando impulsa al hombre a un campo de mayor sensibilidad y de respuesta a la impresión de otro; concierne a la expansión de conciencia, de modo que el desarrollo de los órganos de percepción sensoria, en el hombre primitivo o en el infante que va despertando, se produce tanto por los acontecimientos espirituales como por la participación en un proceso iniciático;

el hecho de que el así llamado hombre no religioso pueda convertirse en un hombre de negocios sensato y eficaz, con toda su percepción y equipo necesarios para el éxito, constituye -en esa experiencia individual- un desarrollo espiritual, como lo es para el discípulo recibir una iniciación en un ashrama.

La suposición de los eclesiásticos ortodoxos de que la palabra "espiritual" significa tener un profundo y efectivo interés en la religión ortodoxa, no está corroborado por las realidades de la vida espiritual.

El día en que el mundo esté acrecentadamente dirigido por sus iniciados, ese falible convencimiento será desechado y llegará a comprenderse que toda actividad que impele al ser humano adelante, hacia alguna forma de desarrollo (físico, emocional, intuitivo, etc.) es esencialmente de naturaleza espiritual e indica la vivencia de la entidad divina interna.

He creído necesario señalar esto porque a medida que leamos y estudiemos esta parte del tratado, será evidente que el Maestro -penetrando en zonas superiores de impresionabilidad- quizás no explique dicho desarrollo, y frecuentemente sucede con los términos de lo que hoy considera "espiritual" el devoto religioso y el hombre habituado a las palabras y terminología de los eclesiásticos de todos los credos.

 

Los descubrimientos de la ciencia, hermano mío, o la realización de un gran trabajo literario o artístico, evidencian un desarrollo "espiritual" igual al de las rapsodias del místico, o al registro de un contacto con la Jerarquía por el denominado ocultista.

Sin embargo quienes están obteniendo un acercamiento espiritual de esta naturaleza en alguna línea especializada, llegarán a un punto en su experiencia donde será evidente un lugar de encuentro, donde la meta conjunta será mutuamente reconocida, donde la unidad esencial, bajo la diversidad de formas, métodos y técnicas, será reconocida, y donde los peregrinos de todos los métodos de acercamiento se reconocerán a sí mismos como un grupo expositor de la divinidad.

 

Uno de esos lugares lo constituye la periferia de la Jerarquía en la etapa inmediatamente anterior a la de aceptación en un ashrama; es interesante observar que -en escala mundial- el discípulo mundial, la Humanidad, se halla actualmente al borde de este importante despertar y registro conjunto de una unidad hasta ahora no alcanzada; el acrecentamiento de un espíritu internacionalista, la inclusividad de la actitud científica y la extensión de un movimiento humanitario de bienestar universal, todos indican ese lugar de encuentro.

 

Hablando simbólicamente, se registra y se llega a otro lugar de encuentro cuando se recibe la tercera iniciación y otro más es conocido en el periodo de la séptima iniciación.

Todos señalan un desarrollo en la percepción grupal, así como el reconocimiento individual del iniciado sobre lo que está sucediendo en el aspecto conciencia de la humanidad.

 

El portal que conduce al Camino de Evolución Superior permite sencillamente al iniciado sensible entrar en las "esferas de la intimidad" (como se las denomina a veces), que en la actualidad tienen implicaciones cósmicas y efectos planetarios y proporcionan al iniciado lo que se denomina la "llave del Sol" -ya que condiciona al sistema solar- así como el portal de la iniciación da al aspirante la "llave del reino de Dios".

 

En las tres instrucciones anteriores hemos considerado profundos temas y abordado tópicos demasiado elevados para la comprensión del estudiante común o discípulo en probación; sin embargo, posiblemente algunos de ustedes poseen vagos reconocimientos, basados en aceptaciones anteriores.

Entre otras cosas, hemos visto que el así llamado "portal de la iniciación" presenta obstáculos cuyo propósito es extraer la voluntad latente del aspirante e impedir la entrada. Iniciado es aquél que logra penetrar hasta el otro lado del portal, donde le espera el reconocimiento. Ahora nos ocuparemos del tema básico del ashrama.

 

 

 

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